Todas aquellas personas dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres y diversidades, al igual que otros sectores de la comunidad, deben insistir ante las autoridades nacionales y provinciales en la necesidad de garantizar la aplicación de políticas tendientes a asegurar el respeto de los derechos reproductivos, una cuestión que también es fundamental para el desarrollo estratégico de una sociedad.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento detalló que entre 2014 y 2020, la tasa global de fecundidad bajó un 34%, el descenso más pronunciado desde que existen registros anuales de esta variable. La tendencia a la baja fue aún más acelerada (-55%) en las niñas y adolescentes menores de 20 años. Esta caída da cuenta de los logros alcanzados en torno al acceso a derechos sexuales y reproductivos, y potencia las posibilidades de mejorar las trayectorias educativas y laborales de las jóvenes.
También, el CIPPEC advirtió que pocas veces se considera la transición demográfica que está atravesando la Argentina y las implicancias que esto tiene en el diseño y la planificación de las políticas públicas; y se aseveró que conocer cómo es el gasto y la producción por edad y combinar esta información con las proyecciones de la población y los grupos etarios que la componen permite tomar decisiones informadas de políticas públicas de cara al futuro. En este sentido, para evaluar las oportunidades y desafíos generados por los cambios demográficos se puede utilizar la metodología de Cuentas Nacionales de Transferencias, que estima cuánto produce y consume una persona promedio en cada año de su vida.
En lo referido al caso argentino, el Centro indicó que la metodología de CNT ilustra claramente la necesidad de aprovechar el “bono demográfico” actual, momento en el cual la cantidad de personas en edad de producir y trabajar es elevada con respecto a personas dependientes (niños/as o personas mayores).
Por lo expuesto, el CIPPEC remarcó que tres políticas públicas son estratégicas para aprovechar la “ventana demográfica” actual y asegurar un mejor Estado de bienestar a futuro: políticas de cuidados y educación en la niñez y la adolescencia (y políticas de cuidados en la vejez), políticas previsionales y políticas para asegurar y profundizar el acceso a derechos sexuales y reproductivos.
En lo vinculado con los derechos sexuales y reproductivos, hay especialistas que mencionan tres líneas de acción a reforzar: fortalecer y mejorar el acceso a métodos anticonceptivos y a los sistemas de información asociados; asegurar la implementación efectiva de las leyes de Educación Sexual Integral (ESI) y de Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo en todo el territorio (IVE/ILE); y abordar en forma integral la prevención y la atención del embarazo en niñas y adolescentes.
Es necesario que tras lograr una estabilización de la economía y fijar un rumbo económico claro, con mayores certezas para todos los sectores, la gestión nacional avance en políticas públicas estratégicas que aborden la pobreza de forma integral y multidimensional, en el marco de un sendero de desarrollo que incluya las medidas mencionadas en esta columna, para así mejorar las condiciones de vida de las personas.