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Al celebrar la escritura, ellos/as dicen



LA MALDICIÓN DE LA LAGUNA SAGRADA -Por Andrés Soto-

Corría el 8 de abril cuando el Capitán Uribelarrea clavó los mojones que marcarían los límites de la nueva ciudad de Aurora, al borde de la inmensa Laguna Sagrada.

Los trabajadores, sudorosos bajo el sol ardiente, se afanaban en levantar las primeras edificaciones. Fue entonces cuando un anciano cacique guaraní, de piel arrugada y ojos penetrantes, se acercó a contemplar la escena.

—¡Detener! — bramó con voz potente. —Esta tierra está maldita. Las aguas de la laguna se alzarán y reclamarán lo que les pertenece—.
Los hombres lo miraron con desconcierto, pero el anciano ya se alejaba entre los juncos, perdiéndose en la espesura.

Pasaron los años y Aurora floreció, convirtiéndose en una próspera ciudad. Hasta que una noche, un terrible estruendo sacudió el lugar. Las aguas de la Laguna Sagrada, impulsadas por una fuerza sobrenatural, inundaron calles y edificios, tragándose todo a su paso.

Quienes lograron escapar juraron haber visto, al fondo de las aguas revueltas, la sombra imponente del viejo cacique Guaraní.

ANDRÉS SOTO EN PRIMERA PERSONA

Nací en Resistencia, Chaco, el 29 de abril del 2000, pero fui criado en la localidad de Gral. Lucio V. Mansilla (Formosa). A los 18 años me mudé a Formosa a estudiar el Profesorado en Letras. Pocos años después, ingresé a la carrera del Profesorado en Historia, logrando mezclar así mis dos pasiones. En el 2022 me asocié a la Sociedad Argentina de Escritores filial Formosa. Durante el 2023, cursé la Diplomatura en Escritura Creativa dictada en la Universidad Nacional de Formosa.

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PARTIR/VOLVER -Por Ornella Barraza-

Dicen que no somos de ninguna parte si no tenemos a quién volver. Yo quisiera volver siempre a vos. Te abrazo desde la que fui un día, cuando los bordes no eran filosos, cuando el sol hacía brillar tus rulos dorados.

Tonada formo
Este cantito que ya tenía polvo en mi memoria, lo soplo y lo ensayo. Por imitación, por suelo, por ambiente. Es mío también. Parte del molde que supo parirme, cuando todavía el sonido era un llanto de bienvenida.

La vuelta
Nada más que mi propia piel, las cejas demasiado claras para dejar de fruncir el ceño bajo el sol de diciembre. Camino, un sendero de chivatos rojos y ocres asiste en silencio al estoicismo de mi búsqueda. Formosa besa, húmeda y caliente. Yo busco en el entrevero de su geografía la puerta de mi casa. Un espacio para quitarme los zapatos, hundir mis pies en la cerámica, soltarme el pelo y recuperar el aliento que me roban las escaleras. “Mamá, voy un rato a la terraza”. Pero entonces es de noche. Ahora Formosa besa como una cascada, se desprende un hombro de la remera colgada a dos broches sobre la luminaria del centro. La llovizna nutre mi mente de pensamientos celestes. Soy una mujer que inicia.

ORNELLA BARRAZA EN PRIMERA PERSONA

Nací en Formosa. Soy locutora nacional, escritora y poeta. Viví muchos años en la Ciudad de Corrientes. Organicé eventos de promoción de lectura para el Centro Cultural Universitario de la UNNE y eventos para promover la narrativa en la región. También les puse voz a textos de otros autores para publicaciones en el diario correntino "Momarandú Digital”. En 2016 presenté mi libro de cuentos y relatos "La inmanente repetición" (Ananga Ranga Editorial). Colaboré con mis textos en antologías, la más reciente, “Clandestinas - Antología de Escritoras Formoseñas" (2022). Actualmente resido en Formosa Capital, donde participo de ciclos culturales y genero espacios de encuentro junto a otras escritoras, como el conversatorio “Ya en desnudez total: Voces de mujeres en poesía” y el "Taller Experiencial Corpo-Poético", en el marco del Encuentro Provincial de Mujeres y Disidencias “Aquelarre”.

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DON LIBÉLULO -Por María Florencia Sosa-

Le pedí a papá que pegara el marco de mis anteojos partidos al medio porque el corazón se deshizo en miles y los restos de mi alma son imposibles de encontrar.

Papá, de coraza ermitaña, tan hosco como como aparenta ser, me refugia en sus brazos formando una fortaleza a mi alrededor; construyendo muros para que las flechas de la realidad no den en el blanco.

¿Cuántas caídas he tenido en aquella bicicleta con rueditas en los que él salía corriendo para socorrerme? ¿Y cuántas veces ha estado frente a mí para secar mis angustiantes lágrimas al volver del trabajo aún sin entender mi sufrimiento?

Es ese formato incondicional en el que fue impreso a la vida, el que lo caracteriza de verdad, esa personalidad oculta al mundo que sólo yo puedo atestiguar, con el privilegio de ser su hija.

FLORENCIA SOSA EN PRIMERA PERSONA

Tengo 29 años de edad, nací en la Provincia de Formosa, soy escritora y poeta desde los 12 años. Atravesada por la capacidad de expresión a través de las palabras, fui experimentando por todos los géneros literarios a lo largo de los años hasta dar con mi propia impronta, a la que considero “textos” o “escritos” sin saber aún cómo categorizar mis producciones por el estilo libre que empleo. Actualmente, me encuentro explorando el mundo de la dramaturgia, estudiando y aprendiendo sobre la marcha la composición de la puesta en escena.

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DESDIBUJADA PATRIA -Por Rosanna Tamine Yege-

A veces siento que poco a poco
uno viaja lejos.
La Patria insospechada se desdibuja,
trozo a trozo se desarma.
Me cuesta permanecer y verte en caída libre.
Como carancho sobrevolando una faena,
te siento oscura
y prefiero llevármela a otra parte iluminada.
Lucho internamente... intermitentemente,
porque me cobijaste desde la cuna.
Pero nuevamente prefiero irme y llevarte
en mi frágil penumbra humana,
a asomar un poco otros suelos
con mis luces y sombras, acompañada,
apegándome a HISTORIAS y recuerdos
para saberte entera, como una naranja,
con el perfume de azahares,
el blanco y celeste, pintando en el alba.
¡PATRIA..., grito,
no te salvaste de nada!
¡Seguís con el Sol en el pecho,
con todos los que te dañan!
¡PATRIA...!, grito de nuevo,
¿Por qué siempre te avasallan?
Desde los terribles conquistadores
hasta los corruptos que te asaltan,
será que cuando se te descubrió
Reina y Señora de los ríos y la Cuenca del Plata,
ingenua entregaste tus dones,
pero recibiste traiciones.
Quiero salvarte, PATRIA.
Y sé que mi camino me lleva
a quererte desde lejos, a abrazarte en un mapa.
Están delineados tus contornos,
se dibuja la triste ignorancia
de los hombres que la tierra trabajan
y de los vivos que te desangran.
Siento la desesperanza
agazapada cual trampa
de la Cruz que te impusieron
aunque el caudal de riqueza habla.
PATRIA... no pueden quebrarte;
aunque intenten despedazarte,
por el mundo te paseamos,
fieles testigos de tu entrega, ilimitada.
Necesito que alguien me explique
por qué en tu orilla sí el horizonte descansa,
por qué el agua lame tus playas
y a mí se me está escapando esta lágrima.
A veces,
siento todo esto,
que me vuelvo a ir y mi corazón estalla.
Ya que raíces profundas, como escarapelas, escapan.
Que viajar lejos no significa abandonarte, PATRIA.
No te hace menos argentino,
te hace gaucho y mate en las gringadas.
Y las espinas que duelen es por saberte confundida,
por esas almas dañinas, DESAHUCIADAS,
QUE JUEGAN CON TU MEMORIA
a un truco donde se miente,
aunque valga para una ágil y desdeñada mente.
Te subiste a barcos y aviones, estoicamente,
de la represión al exilio volviste,
aunque un poco renga, indemne,
trozo a trozo.
Grietas en tu interior afloraron...
en tus Provincias Unidas que de vos nunca escaparon...
se mantuvieron tiesas a pesar de cuánto las vapulearon.
Quiero salvarte, PATRIA, aunque ya no pelee y me vaya.
Aunque parezca cobarde y en la despedida duelan los abrazos.
Déjame quererte entera, déjame quererte luna nueva.
Y cuando vuelva, y si tenga que morir en esta, mi tierra,
que vos SOBREVIVAS SIEMPRE,
CON TU CORAZÓN VALIENTE, que te mantiene y te ama,
¡PATRIA... DESDIBUJADA!

ROSANNA TAMINE YEGE EN PRIMERA PERSONA

Soy orgullosamente formoseña, aunque durante 45 años mi vida transcurrió en Buenos Aires. Soy arquitecta y licenciada en Filosofía y Letras de la UBA. Desde muy pequeña, era apegada a las letras y a los 5 años era avezada lectora de García Lorca y Benedetti. Mi madre y mis maestros notaron desde mi infancia este juego de mis escritos infanto/ juveniles. La vida me llevó por el camino del Diseño y el Arte, pero mi mente nunca dejó de volar. Inmigrante desde hace unos años en Formosa, estoy abocada por completo a la lectura y a la escritura autodidacta. Escribo poesías, prosas, relatos cortos y en este momento me encuentro a la espera de la publicación de dos novelas inéditas. Mis referentes actuales son Jean Austin, Lou Andrea Salome, Rosa Montero e Isabel Allende, entre otros.

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ENTIERRO -Por Jorge Manuel Aponte-

- Jorge, no dejes que me entierren. Que me quemen y que tiren mis cenizas entre las plantas o donde sea. Hablo en serio; si me muero antes que vos, por favor prometeme que no vas a dejar que me entierren.

- O sea; en todo caso, si te morís primero y ya estás muerta, ni te vas a dar cuenta de lo que sigue. Qué importancia tiene eso.

- No seas pelotudo. Prometeme; prometeme que no vas a dejar que me entierren. Mirá si no me muero bien y me entierran viva.

- Pará un poco, Chamiga. Nadie te va a enterrar.

- Prometeme.

- Qué cosa.

- Eso que te estoy pidiendo, por favor.

- Sí, claro.

- No te rías, boludo. Para mí es serio.

- Bueno.

En el cementerio siempre hay gente, poca gente silenciosa desparramada por todas partes durante las visitas a sus difuntos, cambian los paños de las cruces, arreglan los panteones, prenden velas, llevan flores. Pero durante los entierros es cuando hay más movimiento, llegan en grupos trayendo a sus muertos y juntándose alrededor de los pozos abiertos donde los sepultan. Pero hay días en que traen a más muertos y los pozos hechos no son suficientes. Entonces sobre la marcha, van haciendo otros.

Dos hombres que pisan los cuarenta sudan sus camisas mientras cavan una tumba nueva. Las palas de punta están filosas, canta el metal contra el caparazón de la tierra dura. Las puntadas sin pausas buscan el fondo. Un trecho más abajo, el suelo es más húmedo. Después de un rato, los obreros sacan desde adentro las últimas paladas de tierra olorosa recién aireada frente a la mirada de los que esperan.

Hay gente amontonada llorando, algunos se arriman al borde del agujero, ese rectángulo en el suelo donde quedará el cadáver que antes de morir, en otro tiempo también vino a este mismo cementerio a acompañar el entierro de otro muerto.

Los sepultureros se limpian el sudor de la frente con la manga de sus camisas sucias, ninguno de los dos se quita su gorra de la cabeza transpirada. Siempre es lo mismo, no lloran, no miran los rostros del desconsuelo, sólo hacen su trabajo.

Está hecho, dejan las palas clavadas a un costado, con unas sogas gruesas sujetadas a las manijas del cajón, lo bajan hasta el fondo. Entonces los familiares del muerto se acercan al borde, tiran flores y arrojan cascotes adentro del pozo. Grandes cascotones de lodo endurecido sobre la tapa del ataúd que lo hacen tronar cuando caen. Después, los sepultureros terminan el trabajo; cubren el pozo y se retiran. Sobre el cajón está la tierra. Arriba y afuera, los sollozos de los otros se van perdiendo en el silencio. Al rato, no queda nadie. Todos se van.
Pero abajo, adentro del cajón, alguien se despierta de repente; intenta moverse, siente el espacio estrecho y las mortajas. Ya casi sin aire, suelta unos gritos que retumban secos y nadie los escucha. Todo lo que sigue es desesperación y oscuridad y arañando rabiosamente el ataúd desde adentro. Es Jorge, que ya atorado por la falta de aire, se acuerda de la promesa que hizo y que nunca pensó cumplir.

JORGE APONTE EN PRIMERA PERSONA

Nací en la Ciudad de Formosa. Estudio Psicopedagogía en la UNaF. Fui miembro fundador de la Biblioteca Popular “Santiago Renevot”, formé parte del grupo literario “Alquímico” e integrante del Equipo de investigación de la Cátedra de Psicología Educacional Facultad de Humanidades. Publiqué textos en diarios, revistas locales y en antologías locales, regionales y nacionales; además de “Alquímico” 5 (2006); “Espacio Literario”, Editorial De los Cuatro Vientos (2006); “Alquímico” 6 (2008); “Así nomá é” (2010); “La inocultable juventud de la palabra”. Segunda antología de autores formoseños (2012); UNNE para las Letras (2012); “La vida fértil”. Tercera Antología de escritores (2013); Antología Nacional de Poesía: Región Nordeste. CFI (2015); “Alquímico” 7 (2019); “Bramido”. Antología formoseña X 4 (2019); “Cercanías”. Literatura formoseña para leer en las escuelas. Sandro Centurión (Compilador) (2020) y “Nambrenario” (2021).

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POBRES ALMAS SIN SOL -Por Agostina Roque-

Hay personas que no sueñan,
que no creen en nada,
que no tienen esperanzas.
Para ellos el infierno no es lo peor
y el invierno no es tan frío.
Tampoco le temen a la noche
y el mañana les da lo mismo.
No se cuestionan cosas,
no sienten dolor,
ni pena,
ni angustia.
No hay remordimiento que los atormente,
ni hambre que los deje sin dormir.
Son pobres almas sin sol,
nublado tienen el juicio y la razón,
presas de la oscuridad de su ego,
ciegas de corazón.

AGOSTINA ROQUE EN PRIMERA PERSONA

Tengo 24 años, nací en Villa Carlos Paz, Córdoba, en el año 1999. Actualmente vivo en Formosa Capital, donde estoy estudiando el Profesorado en Educación Secundaria en Lengua y Literatura de la E.N.S.R.P. Realicé en el 2023 una Diplomatura en Escritura Creativa en la UNaF. En la actualidad, formo parte del equipo literario de “La Mandinga”, con el taller de lectura y escritura para jóvenes “Los hijos de la pora”. Participé en varias antologías formoseñas como “Las tripas del dragón”, “Acariciando palabras”, “Mirada profunda” y “Les Borders” 3 y 4.



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