A una semana de su histórico concierto junto a Shakira, Bizarrap volvió a deslumbrar al público de Coachella. El oriundo de Ramos Mejía, único argentino en el line up de esta edición, redobló sus credenciales ante la audiencia californiana con un enérgico concierto y la presencia de Young Miko como invitada especial. Así, el DJ continúa acrecentando su figura en el plano internacional, mientras se prepara para emprender una gira por el centro y el norte del continente.
El público rendido a sus pies. La música y las luces penetrando los sentidos. Y detrás de las bandejas, un artista en busca de su sueño. Bizarrap lo hizo de nuevo y con la batería de sus BZRP Music Sessions en versión electrónica pusieron a bailar a la audiencia demostrando que su arte no tiene fronteras.
El reloj marcaba las 19.45 en el valle californiano cuando el público empezó a pedir por el argentino. El “¡Biza!, ¡Biza!, ¡Biza!” se volvió atronador y Gonzalo Conde, tal el nombre del productor, asomó ante la multitud que respondió desde el primer instante. Y deliró cuando presentó a la artista invitada. “Coachella, les quiero presentar a una amiga”, anunció y miles de personas devolvieron entre gritos y flashes de sus teléfonos celulares la presencia de Young Miko en escena.
Con la artista puertorriqueña hicieron su “Music Session #58″, creando un espectáculo inolvidable para los fans. Con los primeros beats del remix en electrónica, tan característico de los shows de Bizarrap, el escenario y el campo se retroalimentaron con su energía, saltando y cantando en ese éxtasis que solo genera el arte.
Estética porteña y un público rendido a sus pies
Antes de finalizar con el hit global que resonó en cada rincón del mundo, la session junto con el español Quevedo que se trasladó a las pistas, a las canchas de fútbol y a cualquier fiesta privada, Bizarrap no paró de agradecer a su gente y especialmente a su amado país. “Aguante Argentina, guacho”, expresó agitando bien en lo alto la bandera celeste y blanca que lleva a cada uno de sus shows. Y enfundado en esta oportunidad en una edición especial de la camiseta de Vélez Sarsfield, el club de sus amores, esa pasión que también lo acompaña en cada paso y que ratifica el apego a sus orígenes.
Al finalizar el show, Bizarrap expresó en palabras lo que había sentido desde el escenario, ante una multitud desbordante de energía. “Que en mi primera vez en Coachella haya tanta gente acá, para mí es un honor”, celebró el artista, visiblemente conmovido por la respuesta de los fans que lo acompañaron en cada una de sus canciones.
Bizarrap con la camiseta de Vélez, club del que es fanático
Con el eco de los aplausos de fondo, el productor no pierde el norte. Además de trabajar en nuevos proyectos con los mayores referentes de la escena, Bizarrap continuará con su gira internacional en la que lleva su headline a las plazas más importantes del continente.
Desde el comienzo en febrero en Costa Rica, el tour pasó por Colombia y Estados Unidos y seguirá con destinos como San Juan de Puerto Rico, Ciudad de México, Nueva York y Chicago, antes de cruzar el océano para actuar en España e Italia con su espectáculo 360 grados.