“No, a la paritaria nacional docente, clausurar el FONID, no aportar recursos al SAE, diluir el Fondo Educativo, ofrecer el 7% de aumento a los docentes universitarios con una inflación acumulada (oficial) de 45%, repetir el presupuesto nacional de las universidades de 2023 después de una super devaluación que aumentó 118% el tipo de cambio(…) desmantelar el CONICET”. Javier Milei se expresó en contra de la obligatoriedad educativa y propuso un polémico sistema de “vouchers”.
Esto que lo presento como copete del título de la columna, lo armo para poder ponderar el proceso que en forma gradual, pero decididamente, viene llevando adelante el gobierno del presidente Milei, y que van trascendiendo por medio de la prensa, de acuerdo con las medidas que se van adoptando. Es cierto que el presidente Milei nada de ellas lo hace fuera de lo anunciado en período de campaña. ¿Y entonces?
Es que, en mi caso, entendía que se imponía revisar conceptos y realidades de ‘Escuela Pública’, ‘Universidad Pública’, ‘Formación Docente’, ‘Carreras Docentes’, ‘Asignaciones de Recursos’, etc., en sus aspectos de responsabilidades y garantías de calidad de la gestión educativa, conforme a sus orígenes históricos y propósitos actuales y futuros, de cara a proyectos del país ante el mundo, pero no el extremo que pareciera estar en camino, de llegar a neutralizar la injerencia del Estado en la Educación, terminando con eso de la Educación Obligatoria y con la responsabilidad del Estado en estas cuestiones.
Incluso cuando sostiene que la educación es un derecho que en libertad debe ser ejercido, deja en claro que si alguien no aceptare acceder a la escuela, nadie puede torcer su libertad de decisión. Sin embargo, entiendo que el Estado es el responsable de que sus habitantes se sientan y actúen como ‘ciudadanos’. Tanto la ‘nacionalidad’, la ‘ciudadanía’, y el ‘estado’, son instituciones que deben ser construidas y sostenidas en la conciencia colectiva; y es responsabilidad social y política del ‘Estado de la Nación’, que se dendichos logros desde la Educación Pública. Y es en este cruce conceptual que busco entender la posición y los proyectos del presidente Milei, pues entiendo que juró cumplir con la Constitución Nacional, en defensa del Estado y Pueblo Argentino.
Sin embargo, Milei, desde su concepción ‘anarcolibertario’ endilga todos los males actuales del país, a la existencia de ese Estado. Pero no habla de correcciones, no habla de la educación del ciudadano argentino en aras de mejorar gestiones de los estados. No acepta lo público, ni nada de lo social. Despojarse del estado sería el recupero de la libertad de cada individuo.
Para Milei, por imperio de esa libertad como derecho, las instituciones ‘Escuela Pública’, ‘Obligatoriedad Educativa’, ’Universidad Pública’, ‘Formación Docente’,‘Políticas compensatorias’, ‘Fondos especiales o fiduciarios’, o el ‘ejercicio de la docencia’como carrera regulada por el Estado mediante Estatutos profesionales o Leyes ‘ad hoc’, no deben ni pueden cobijarse ni alimentarse desde el Estado, que, por otra parte, no tiene porqué existir. Sin embargo, sabemos que este crisol de instituciones es fruto de momentos y circunstancias históricos del país, y que dan sustento y valores a la Educación Pública Argentina. Cada cual con sus ‘debes y haberes’ en propósitos y logros, o con ‘unas de cal’ y ‘otras de arena’, en procesos, intenciones y resultados. Seguramente en esos costados o componentes, requieran profundas revisiones y transformaciones.
Entendía quepara ‘gestionar el Estado, lo Público’, se forman a los ‘ciudadanos’; y para los ‘mercados’, están los patrones, clientes, productores y consumidoresQue el perfil de ambas dimensiones, debía conjugarse educativamente en cada sujeto; el de ciudadano para la gestión del Estado, y el de mercado para la propiedad privada. ¿Entonces, no es así señor Presidente?
Prof. Dr Mario Antonio Olmedo.
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