El jefe de Migraciones Formosa, Reinaldo Gabriel Rodríguez, reveló la cifra a La Mañana. En total, más de 8 mil vehículos fueron desde territorio formoseño hacia el vecino país. Hubo filas de hasta 7 kilómetros en el cruce fronterizo
Por el fin de semana extra largo, 30 mil personas cruzaron hacia el Paraguay sólo por el paso fronterizo San Ignacio de Loyola, un movimiento turístico intenso favorecido por la Semana Santa y los feriados por el Día del Veterano y los Caídos de la Guerra de las Islas Malvinas.
El jefe de Migraciones Formosa, Reinaldo Gabriel Rodríguez, detalló a La Mañana que desde el miércoles de la semana pasada hasta este martes, salieron del territorio argentino -puntualmente desde Clorinda- 30.000 personas en 8.634 vehículos, mientras que hasta este martes al mediodía habían ingresado nuevamente a Formosa por el mismo cruce fronterizo 22.166 personas en 6.556 vehículos.
Este martes, para volver a la provincia, a la mañana aún se registraban demoras de unos 40 minutos, muy poco en comparación a lo que tuvieron que esperar los turistas para cruzar al Paraguay durante los días previos, con filas de hasta 7 kilómetros de vehículos aguardando pasar la frontera.
Retorno
La Corresponsalía Clorinda de La Mañana reportó que los propios conductores de vehículos viralizaron a través de las redes sociales la tediosa espera en kilómetros de fila en la zona de José Falcón, el punto migratorio del lado paraguayo, en el retorno a Clorinda, después de unos días en Paraguay por el fin de semana largo.
“Estamos acá hace cinco horas”, denunció uno de los turistas que esperaba volver al país después de disfrutar unos días de descanso.
“Es historia repetida. El cuello de botella se da para cruzar a territorio argentino, donde todos, absolutamente todos, deben bajar del vehículo para realizar el trámite migratorio de manera personal. Esto enlentece notoriamente el paso de la gente”, remarcaron.
Con temperatura que ayer orillaba los 40 grados de sensación térmica, adultos mayores y niños especialmente padecieron una vez más la eterna espera, en el medio de la ruta, sin sombra, sin servicios y sin nada que pudiera hacer, más que armarse de mucha paciencia hasta cruzar a territorio argentino.