El veterano de la guerra de Malvinas Carlos Muelas no sólo malviniza cada 2 de Abril, sino que desde las redes sociales y desde su programa radial “Unidos como en Malvinas”, mantiene viva la memoria y el reconocimiento a sus camaradas durante todo el año. Sin embargo, este lunes, en diálogo con La Mañana, reconoció que esta fecha será especial porque es una oportunidad más para recibir el cariño y reconocimiento del pueblo formoseño. “El pueblo argentino y el formoseño nos reconoce y agradece todo el tiempo, por eso ya espero el desfile –que se realizará hoy- para volver a abrazarme con todos”, dijo.

Carlos tenía apenas 18 años cuando fue enviado a la guerra de Malvinas, apenas dejando la adolescencia. Allí combatió y permaneció durante seis días prisionero de los británicos, hasta que pudo volver a tierra continental.

Su campo de batalla fue monte Tumbledown. En una entrevista anterior con La Mañana, recordó que “fue muy difícil haber escuchado hablar en inglés en pleno combate y haberme quedado paralizado y sin habla por el miedo. No me da vergüenza decir que sentí mucho miedo”.

Muelas regresó dos veces a Malvinas, en 2013 y 2015, por iniciativa de un escritor que está elaborando un libro basado en sus relatos. Ahí volvió a vivir con más profundidad la guerra a través de la hostilidad. En el mismo trámite migratorio lo señalaron como excombatiente y los kelpers, enterados de su condición, le hacían gestos obscenos levantándole el dedo medio o tocando la tierra y señalándose el pecho, como diciéndole a la distancia “esta tierra es mía”. Además, las autoridades lo controlaban permanentemente en los lugares en los que recorría.

Más allá de esto, por su iniciativa produjo un hecho histórico: en el cementerio argentino, hizo flamear la bandera de la provincia de Formosa por primera y única vez.

Reconocimientos

Este Diario lo consultó sobre los reconocimientos oficiales, del Estado argentino, a lo largo de estos 42 años. Muelas recordó que “más allá del respeto que merece”, el primer presidente de la democracia, Raúl Alfonsín, tuvo destrato con los veteranos y es “el presidente que más quiso desmalvinizar”: no los reconocía como veteranos de guerra ni siquiera habiendo estado en combate, como su caso. “Fue la época donde se nos trataba como ‘los loquitos de la guerra’, pero después demostramos que no éramos ningunos loquitos”, dijo.

El primer reconocimiento, a través de una pensión “ínfima”, se dio durante el Gobierno de Carlos Menem, mientras que “con Néstor Kirchner comenzaron a reconocernos mejor, con pensiones que al menos nos permitían vivir”.

Muelas agregó que un paso importante se dio en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, porque fue la primera que convocó a una junta médica minuciosa para establecer realmente las secuelas físicas y psicológicas de los veteranos de Malvinas. “Estuvieron preocupados de cómo habíamos vuelto nosotros de la guerra, porque cuando volvimos, nos hacían pasar por un escritorio y nos preguntaban: ‘¿Vos cómo estás?’, y nosotros por supuesto decíamos que bien, para irnos a nuestras casas”, contó al respecto.

Sin embargo, estos estudios revelaron los verdaderos efectos de haber estado en la guerra, haber luchado por la vida y ver a compañeros morir al lado.

Finalmente, aseveró que en Formosa, el Gobierno provincial reconoció a los veteranos antes que el Estado nacional, habiéndoles brindado viviendas y puestos laborales en los que desempeñarse.

Villarruel

La Mañana también planteó si los veteranos de Malvinas podían esperar algún reconocimiento especial o más reivindicaciones por parte del actual Gobierno nacional, siendo la vicepresidente, Victoria Villarruel, hija de un veterano.

Muelas hizo notar que la funcionaria dijo que no iba a haber desfile oficial “porque no hay plata”, subrayando que lo dijo siendo justamente hija de alguien que estuvo en la guerra. “Tu papá fue a la guerra (Eduardo Villarruel fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602 y fue prisionero de los ingleses), ¿y decís que no hay plata para un desfile? Es muy chocante”, señaló.