El partido era muy intenso y parejo. Andrey Rublev, ruso y número 5 del mundo, se había quedado con el primer set en el tie break. Aleksandr Bublik, kazajo y 23° del ranking, se impuso en el segundo parcial en igual instancia. Transcurría un peleadísimo tercer capítulo, que tenía a Bublik arriba por 6-5, cuando ocurrió el bochorno. Furioso por un fallo, Rublev comenzó a gritarle a uno de los jueces de fondo. Finalmente, fue descalificado ya que alguien se percató de que entre los gritos hubo un insulto. Algo que no se tolera en el circuito. De esa manera culminó una de las semifinales del ATP 500 de Dubái.
El público se deshizo en abucheos por la situación, cuando comprendió que un partido cautivante y de final incierto terminó de una manera escandalosa. También Bublik, incrédulo, se acercó a hablar con Rublev e intentó pedir explicaciones a la jueza de silla. Pero de nada sirvió: alguien que sabía ruso escuchó que una de las palabras que gritó el tenista descalificado fue “idiota”. El hecho sucedió luego de que uno de los jueces de línea cantara como buena una pelota que Rublev juzgaba que había picado fuera de la cancha.
Roland Herfel, supervisor de la ATP, se dirigió a la cancha acompañado de un traductor ruso y dijo que Rublev le dijo una grosería en su lengua materna. Rublev respondió: “Le estaba hablando en inglés”. Insistió que no dijo ninguna grosería. Pero la umpire Miriam Bley descalificó a Rublev por conducta antideportiva. Bublik terminó ganando 6-7 (4-6), 7-6 (7-5) y 6-5 y jugará la final del certamen (reparte 2.855.495 dólares en premios) frente al francés Ugo Humbert, que en la otra semifinal superó al ruso Daniil Medvedev por 7-5 y 6-3.
Andrey Rublev discute con el oficial de la ATP, pero sería descalificadoRYAN LIM - AFP
Las consecuencias para Rublev van más allá de la eliminación en Dubái, torneo que ganó en 2022 y del que fue finalista el año último: ahora perderá el prize money y los puntos de la semana, y además saldrá del top 5.
No es la primera vez que Rublev se ve envuelto en un incidente desagradable en el court. Hace algunos meses, durante la final del torneo de Shangái, frente al polaco Hubert Hurkacz, el ruso perdió un punto clave que acercaba a su rival al borde del título. Muy nervioso, fustigó a un fotógrafo chino por disparar su cámara durante el punto: “¿Por qué ahora? ¿Por qué?”, le gritó Rublev. El juez de silla lo llamó y lo amonestó, pese a que Rublev explicó la situación. La agresividad con la que se dirigió al hombre de prensa obligó al umpire a sancionarlo con un warning.
El antecedente en Shangai