Un análisis realizado acerca de los niveles de pobreza que se registran hoy en el país representa una nueva señal de alerta para las autoridades nacionales, provinciales y municipales, quienes tienen que trabajar con seriedad y con la mayor rapidez posible para ordenar el escenario económico y dar inicio a un sendero de crecimiento sostenido del empleo genuino.
Diversos medios periodísticos recordaron que el último dato oficial publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos señala que la pobreza en la Argentina alcanza al 40,1% de la población, pero se trata de un dato desactualizado, que muestra la realidad socioeconómica del país al primer semestre del año pasado. De acuerdo a un estudio privado, elaborado por el economista Martín Rozada, en los meses siguientes la situación empeoró de forma considerable.
Según el especialista, actualmente el 46,8% de la población es pobre en Argentina. Esto significa que hay 21,8 millones de personas que no ganan lo suficiente para cubrir el costo de la Canasta Básica Total (CBT).
Para llegar a ese número, Rozada, director de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), analizó la evolución de la CBT del Gran Buenos Aires y la comparó con el recorrido de los salarios, en un período con una inflación particularmente alta, principalmente luego de la devaluación implementada por el Gobierno de Javier Milei.
El estudio no precisa qué regiones del país tienen mayores niveles de pobreza en la actualidad. Sin embargo, un breve repaso de los últimos datos oficiales publicados por el INDEC sirven para entender cómo están distribuidos geográficamente los pobres alrededor del país.
Teniendo en cuenta los datos del organismo oficial de estadísticas, la región más pobre de la Argentina es el Noreste, donde el índice de pobreza ya alcanzaba el 42% en la primera mitad del año pasado. También es la zona con mayor nivel de indigencia (10,6%). En orden descendente, siguen el Gran Buenos Aires (41,4%), el Noroeste (41%), Cuyo (40,7%), la región Pampeana (36,8%) y la Patagonia (33,2%).
A su vez, los datos del INDEC se refieren al primer semestre del 2023, por lo que existirían algunos cambios en el orden de las regiones más pobres. Lo que se puede asegurar es que la coyuntura económica que provocó el incremento de la pobreza hacia finales del 2023 y comienzos del 2024 es común a todas las regiones, por lo que resulta poco probable que el índice de pobreza haya bajado en alguna de las zonas mencionadas.
Se requieren un plan económico de estabilización y una estrategia para mejorar los rasgos del mercado laboral, caracterizado por bajos salarios y alta informalidad. El nuevo Gobierno nacional tomó varias medidas para avanzar en estas cuestiones, pero aún no cuenta con un ordenamiento de las cuentas públicas sostenido, que permita bajar impuestos y reorganizar el sistema tributario, para promover las inversiones y la generación de empleo de calidad. Por otro lado, no se conocen las decisiones que se tomarán en los próximos meses para estabilizar la economía.
Es necesario que las autoridades actúen con claridad para abordar los flagelos actuales y, de ese modo, evitar que el escenario de incertidumbre que se observa en el día de hoy genere aun más efectos en diferentes sectores, especialmente en aquellos que atraviesan distintas situaciones de vulnerabilidad social.