Por iniciativa de una docente de Matemática y con la ayuda de un policía, adaptaron una netbook del programa Conectar Igualdad al sistema Braille para un estudiante de 13 años con discapacidad visual en la Escuela Provincial de Educación Secundaria Nº 95 del barrio Evita.

Entre las características de la máquina con sus modificaciones, tiene un comando que reconoce la voz del estudiante y el teclado adaptado a la lecto-escritura en Braille, impreso en una impresora 3D con materiales fijos.

La licenciada Viviana Verónica Oksienczuk, directora de la institución educativa, comentó a La Mañana que la propuesta “surgió de la profesora Johana Ortiz, del área de Matemática, quien nos planteó la posibilidad de facilitar el acceso a la tecnología del chico como el resto de sus compañeros, adaptando la netbook con ayuda de un especialista”.

“Fue así que nos contactamos con el señor Juan Carlos Maglietti, que es personal activo del Departamento de Informática de la Policía de la Provincia, el cual realizó las adaptaciones en la computadora que le facilitamos, un arduo trabajo que llevó su tiempo y que finalmente ayudó al proceso de aprendizaje de Benjamín, que ya estaba acostumbrado a usar la didáctica del sistema Braille”, indicó la directora.

La institución le mostró a Maglietti la computadora que estaba disponible y éste realizó las adaptaciones. Esto permitió trabajar con esta herramienta desde inicio del año lectivo, “luego de un arduo trabajo de su parte y nuestro deber desde la institución, contactándonos con la familia, que aceptó esta posibilidad”.

Inclusión

La directora resaltó que son una escuela inclusiva, con muchos alumnos que tienen diferentes discapacidades y trabajan en la medida de sus posibilidades, “aportando lo mejor de nosotros desde el equipo directivo y todo el plantel docente que siempre está trabajando”. Este colegio secundario tiene un convenio con la Escuela Especial N° 1, la cual brinda el servicio para los chicos con discapacidad, colaborando con los profesores en las adaptaciones que ellos requieren en cuanto a bibliografía y contenidos.

“Benjamín está muy contento, muy agradecido y él quiere imitar las acciones de la persona que hizo las adaptaciones en su máquina. Estamos a disposición para aportar la información que sea necesaria desde la institución, seguramente desde Juan Carlos también; sus conocimientos en Informática y la impresión en 3D fueron muy beneficiosos y espero que se pueda imitar y replicar en otras instituciones”, concluyó Oksienczuk.