Las pruebas PISA 2022 revelaron que siete de cada diez estudiantes no logran niveles básicos de Matemática, y al respecto, el docente Mario Olmedo, profesor, magíster y doctor en Educación, señaló que desde que existen las evaluaciones estadísticas, este problema persiste, y han pasado “todos los gobiernos de todos los colores”, sin que pueda solucionarse.
“¿Por qué persistimos en problemas crónicos sin intentar ninguna solución?”, planteó, agregando que “las estadísticas siguen siendo lamentables en cuanto a resultados. De 100 estudiantes de diecisiete años, solamente 50 han pasado por el sistema educativo hasta la aprobación de la Secundaria. Entonces, si no se siembra, ¿cómo se va a cosechar? ¿Qué se va a cosechar?”.
Más allá de este escenario, dijo que el problema se puede resolver en la Argentina con lo que hay a disposición de la educación. “Argentina forma a sus docentes, así también los deformamos. Hay institutos, universidades públicas y privadas, hay centros de investigación por doquier. Los diagnósticos aparecen en todos lados. Evidentemente, el problema no es técnico, sino estrictamente político: toma de decisiones”, remarcó.
Se preguntó por qué se deja que ocurra esta “cronicidad” en los bajos resultados educativos, siendo que, por ejemplo, cuando los docentes hacen Olimpíadas de Matemática, “los chicos alcanzan excelencia notable”. Entonces, reflexionó: “Quiere decir que los chicos están absolutamente dispuestos a transitar los niveles de excelencia”.
Resultados
Al referirse a los resultados en Matemáticas mencionados, Olmedo indicó que al haber sido la de 2022 una evaluación pospandémica, los cuadros comparativos vienen con países que han caído mucho más de lo que cayó Argentina.
Agregó que en la prepandemia “han andado mucho mejor que nosotros”, y lo consideró “la prueba de que lo político posibilita el avance cualitativo del sistema: cuando por cualquier cosa, como el caso de la pandemia, lo político queda relegado y se atiende la urgencia, ahí cae todo”.
“Nosotros, en un nivel estándar mínimo, andamos por el suelo. Quiere decir, entonces, que eso también indica políticas en contra del país en materia educativa. Ahora, ¿quién toma la posta de estas costas? ¿El Congreso de la Nación, la Cámara de Diputados de la Provincia, los Ministerios de Educación, el Consejo Federal de Educación, los préstamos internacionales que tanto nos enamoramos en traer dólares frescos? ¿Dónde se ponen estos estos diagnósticos para decir, ‘bueno, a buscar terapia’?”, planteó.
El doctor en Educación señaló que “hace cincuenta años que las aulas están con las mismas filitas de los pupitres, venimos amontonando materias y le ponemos trece materias por curso, y a los sopapos limpios pasan los años. Entonces, hace cincuenta años que venimos asfixiando a los docentes con las horas cátedra y los profesores taxis. No sé por dónde habría que empezar acá la solución, pero la solución está en la puerta. Las soluciones técnicas están, los alumnos que se entusiasman rompen barreras”.
Olmedo dijo que la flexibilización en la educación, como la promoción de curso con hasta cuatro materias previas “son medidas absolutamente demagógicas que aplastan para abajo la calidad. Si el aprendizaje no se hace con esfuerzo, no es aprendizaje. Donde no hay esfuerzo, no puede haber premio de calidad o logros de calidad en ninguna manifestación disciplinar del hombre”.
“La calidad es la bandera más importante que debe tener una educación, y más la educación pública que es responsable de la formación ciudadana”, enfatizó.