Este lunes 15 comenzó la atención gratuita de posibles casos de dermatitis atópica, en el marco de una campaña nacional, impulsada por cuatro sociedades de dermatitis atópica en la Argentina desde hace cuatro años. Esta enfermedad puede afectar a uno de cada 10 argentinos, y no cuenta con un síntoma o lesiones particulares que permitan diagnosticarla fácilmente, es muy común en los niños, pero los especialistas afirman que puede aparecer en cualquier momento de la vida, como la adultez. La enfermedad se caracteriza por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor, enrojecimiento, costras e infecciones, y las lesiones pueden ubicarse en la cara, el cuero cabelludo, las orejas, el dorso de las manos y las zonas de flexión de las extremidades.

Al respecto, la dermatóloga Mariana Barbetti comentó a La Mañana que esta enfermedad “produce mucha ‘xerosis’, o piel extremadamente seca, con parches de piel roja que se puede descamar”.

“Esta enfermedad cursa por brotes. Hay épocas o períodos en los que el paciente está sin ninguna lesión, sin picazón, y otras en las cuales está con mucha inflamación y le pica. Esta enfermedad puede tener un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, porque puede influir en el sueño y el rendimiento cotidiano por la falta de sueño”, explicó.

En ese sentido, adelantó que esta campaña gratuita permite que se detecte más rápidamente esta enfermedad, ya que “6 de cada 10 pacientes tardan entre 2 a 3 años en determinar el diagnóstico”.

“Los tratamientos, mientras más rápidos se aborden, son más eficaces, ya que no es lo mismo llegar a un diagnóstico de una dermatitis generalizada, a llegar una dermatitis atópica concentrada en un punto que se puede tratar con una crema. Por ello, hay que ser diagnosticados oportunamente, rápidamente, y determinar la gravedad de los casos”, resaltó.

Por otro lado, aseguró que el uso del agua caliente complica todos los cuadros relacionados con la piel, por lo que recomendó utilizar agua tibia: “El agua caliente complica cuadros de rosácea, produce dermatitis seborrea, produce caspa en el cuero cabelludo, y empeora los cuadros de dermatitis atópica, generando brotes, porque el agua caliente produjo una lesión en la barrera cutánea, que al rascarse puede sobreinfectar”.

Para finalizar, recalcó que “todo tiene su nombre y nada es alergia en la piel”, por lo que instó a la ciudadanía a buscar un diagnóstico y respetar los tratamientos dermatológicos.