Este libro forma parte de la Colección “Entre los libros de la buena memoria”, en una empresa que une a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de Misiones y la Universidad Nacional de General Sarmiento. Se publicó en 2020 y quiero recomendarlo porque podría decirse que pertenece a la categoría de hallazgo para el conocimiento de la historia provincial reciente.
No desmerezco las biografías, soy una lectora ávida de ellas, pero cuando un libro toma como sujeto (y objeto) de estudio a un colectivo, entiendo que merece una valoración más detenida y atenta.
Tiene como origen una tesis de maestría, pero y aquí vienen los descubrimientos personales sobre el libro. Primero, la rigurosidad metodológica en la verificación de datos, cita de fuentes y el cotejo de versiones (si se me permite usar términos periodísticos) están plenamente garantizados por el autor; segundo, y relacionado con lo anterior, el texto es ameno, alejado de palabras inaccesibles para el mundo “no académico”.
Tercero -y creo que merece una mención separada- es el primer texto (que leí y me acercó a nuevos) sobre historia formoseña que toma un sujeto de estudio colectivo: el campesinado y su forma de organización en la provincia. Formosa no fue la única, pero necesitamos más textos que indaguen en nuestra historia para que también desemboque en el aprendizaje de las escuelas.
Las palabras elegidas por el autor no son casuales, y él las explica a cada paso que da. Habla de campesino y no granjero, ubica en tiempo y espacio el campesinado en Argentina en general y en Formosa en particular, con su consagración como sujeto político a través de las Ligas Agrarias, la influencia de la Iglesia Católica y el INTA, como canales que posibilitaron la organización.
En el Mes de la Memoria, aparece oportuno recomendar un libro rico en información y también en reflexión: el campesinado en Formosa tuvo una época de sostenidos reclamos a los gobiernos provinciales desde los años 60 hasta parte de los 70. Las consecuencias para aquellas organizaciones y sus líderes son harto conocidas desde el 24 de Marzo de 1976. Por eso el nombre de la colección adquiere otra relevancia, lo que surge de la presentación del libro por las tres Universidades Nacionales que la financiaron buscando “dar a conocer, bajo la modalidad ‘Acceso abierto’, los valiosos avances historiográficos registrados en dos de los campos de estudio con mayor desarrollo en los últimos años en nuestro país, como lo son los de la historia reciente y los estudios sobre la memoria”.
Por eso, a cuarenta años de democracia, este libro debe formar parte de nuestras bibliotecas, sobre todo para conocer las luchas de quienes nos antecedieron, reclamar lo que nos falta para que las próximas generaciones disfruten de una mejor calidad de vida y trabajo digno y seguir sosteniendo que dentro de la democracia, todo; sin la democracia, nada.