Después de 44 años de trabajo, PUJOL E HIJOS SRL decidió cerrar el negocio y ayer los trabajadores se manifestaron frente al comercio repudiando la decisión de sus jefes. En diálogo con La Mañana, el propietario de la empresa Carlos Pujol explicó los motivos y se lamentó por los trabajadores que quedarán sin trabajo.
"Llegamos a una etapa en la vida donde el cuerpo nos dice 'basta, disfrutá tu vida'. Mi cuerpo no da más, mi hermano menos y no tenemos a quien dejar el negocio", explicó para aclarar que el cierre de una de las distribuidoras de bebidas mejor posicionadas en la ciudad se debe principalmente a una cuestión de salud de los propietarios.
Pujol comentó que la idea de terminar con el negocio viene desde hace un año, donde se habían puesto como límite el mes de julio. "Se les comunicó a los muchachos con tiempo, que se les iba a pagar como correspondía. Estábamos todos de acuerdo; pero ahora, luego de una reunión con el sindicato, vienen a protestar e insistir para que no cerremos", comentó.
Con el cierre de la distribuidora, quedarán afectadas 21 familias. El ambiente de la empresa es de tensión. Los propietarios lo lamentan pero insisten: "Está definido, la distribuidora cerrará en junio".
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