El sábado último, la Subsecretaría de Deporte, Cultura y Turismo de la Municipalidad de Formosa presentó La Tarde de los Museos, un recorrido guiado con visitas a salas, galerías y casas particulares que atesoran parte de la historia, la cultura, el arte y las costumbres de la ciudad.
“Fue una de las mejores y más ricas experiencias que hemos realizado, y poder haberla compartido con gente de un país hermano lo hizo más significativo aun”, expresó la directora del área de Turismo de la Comuna capitalina, Cristina Salomón, al destacar la participación de más de 40 turistas provenientes del Paraguay.
Las actividades culturales no sólo han renacido en Formosa luego de la pandemia, sino que muestran dos virtudes ausentes durante años: continuidad y variedad, imprescindibles ambas para alcanzar un nivel de atracción que se mantenga en el tiempo. Porque la ciudad, a pesar de su juventud, tiene muchos tesoros por explorar aun.
La Tarde de los Museos es una forma de ir descubriéndolos. De hecho, la funcionaria aludida dijo que las y los visitantes “quedaron maravillados” con lo que pudieron conocer. Pero hay muchas más perlas urbanas por desvelar, además de otras dignas de ser puestas en valor.
Las oficinas del Registro Civil, por caso, esconden rica información sobre cada lugar. De allí que algunas de ellas, en otras partes, hayan puesto en funcionamiento un museo, donde guardan valiosas piezas que reflejan, desde un ángulo poco usual, la historia local. ¿Qué cosas se pueden exhibir en estos museos? Por ejemplo, volúmenes con actas de bautismo, matrimonio y defunción, expedidas por las parroquias de distintos barrios, además de testimonios de las condiciones en las que se trabajaba hace muchas décadas.
Cada delegación del Registro Civil dispone asimismo de documentos de alto interés, únicos, en algunos casos, o réplicas de originales que fueron destruidos. Este material tiene indudable importancia para historiadores, genealogistas y sociólogos. Con él es posible reconstruir buena parte de la historia de una ciudad y conocer en forma más completa las vidas individuales, de personas famosas o no, pero cuyas existencias permiten comprender mejor la historia cotidiana o los sucesos notables. Las partidas de defunción, por ejemplo, pueden aclarar el impacto de ciertas enfermedades particularmente duras.
Como puede apreciarse, es posible extender el recorrido de La Tarde de los Museos en Formosa. Las dificultades presupuestarias no son una buena excusa. Lo único que se consiguió con el desinterés cultural de otros tiempos fue limitar o reducir el desarrollo de las actividades a estados incompatibles con lo que se puede y se debe esperar de cualquier repositorio que contenga elementos valiosos para una comunidad.
Muchas veces se ha dicho que la conciencia histórica no está suficientemente desarrollada entre los formoseños/as; es más, en ocasiones se tiene la sensación de un distanciamiento que pareciera separarnos de nuestro propio pasado. Todo lo que se haga, pues, para ayudar a instalar y dar vida a esa conciencia debe ser, naturalmente, bien recibido.