En la vereda del Museo “Juan Pablo Duffard” de esta ciudad, la Dirección de Patrimonio Sociocultural ofreció “jopará” a los transeúntes, un plato elaborado con maíz y poroto que se sirve el primer día de este mes, siguiendo una tradición que consiste en espantar al “Karaí Octubre”, o “Señor de Octubre”, a quien se le atribuyen las carencias del mes, en la mitología guaranítica.
El 1 de octubre marca el inicio de una tradición profundamente arraigada en la región: el Karaí Octubre. Esta costumbre, que proviene de las creencias guaraníticas, representa un momento especial en el que se rinde homenaje a un duende que observa la abundancia de la comida en los hogares. Según la tradición, si no hay suficiente alimento, se corre el riesgo de enfrentar la miseria durante el resto del año.
El ritual consiste en que las familias preparen una amplia variedad de platos típicos para recibir octubre y alejar la escasez de alimentos.
Esta leyenda transformada en tradición surge de la región guaraní y tiene su centro en Paraguay, aunque la creencia se ha extendido a parte del Chaco, Corrientes, Formosa y Santa Fe.
Este martes, en horas de la mañana, el Museo Histórico y Regional Juan Pablo Duffard fue el punto de encuentro para la celebración de esta fecha.
Al respecto, la directora de Patrimonio Cultural de la provincia, Graciela Buiatti, compartió con La Mañana detalles de las actividades programadas, a las que la comunidad estuvo invitada a participar en la elaboración y degustación del tradicional “jopará”, un plato destinado a honrar al Karaí.
“Nosotros -explicó la funcionaria-, como pueblo de descendencia guaranítica, creemos en este duende que aparece el primero de octubre y que se fija en las viviendas, los hogares, la abundancia de la comida. Dice la tradición que si no se tiene abundancia en la comida, se va a producir miseria durante lo que resta del año, por lo que los hogares de tradición guaranítica elaboran el tradicional jopará para este día”, indicó.
A lo largo de los años, la celebración ha evolucionado, ofreciendo no solo comida, sino también bailes y actividades culturales que refuerzan la identidad guaranítica de la región.
En este sentido, Buiatti enfatizó la importancia de rescatar estas tradiciones, que no solo son parte del patrimonio material, sino que también enriquecen la cultura inmaterial, incluyendo mitos, costumbres y formas de expresión artística.
Explicó que el evento no solo busca mantener vivas las costumbres, sino también fomentar un sentido de comunidad al invitar a vecinos y visitantes a compartir comida y experiencias. Dijo que aunque algunas familias pueden no haber practicado esta tradición en el pasado, hay un reconocimiento creciente de su valor cultural.
Actividades
Durante la jornada, el Museo proveyó la comida y presentó grupos de folklore local que animaron la celebración con danzas y música. Esta fue una oportunidad para que todos, especialmente los jóvenes, aprendan sobre su herencia cultural y se conecten con los valores que transmiten estas festividades.
La actividad comenzó a las 10 y además hubo danzas folklóricas y recitados a cargo del profesor Mario Jazmín, músico, poeta y narrador.
“El mes de octubre es el considerado más pobre, porque no hay nada, la cosecha está pobre, los animales flacos, no hay lluvia. El ‘Karaí Octubre’ es un mito rural, que después pasó a la ciudad. Entonces sobrevivía el trabajador y ahorrativo. Se dice que llegaba un duende, bajito, chiquito, con una espiga en la mano, el premio al trabajo y al ahorro, y un chicote, que era el símbolo del castigo al ocio, la haraganería y el despilfarro”, narró Jazmín.
Aquel “duende supervisor” comprobaba si se trataba de trabajadores, si en su paso por la casa encontraba una olla de “jopará”, un puchero con locro, porotos, arroz y verduras en abundancia.