La recesión actual significa una oportunidad para proponer una iniciativa que diversos profesionales vienen sugiriendo desde hace varios años, y que se volvió una verdadera necesidad: incorporar la educación financiera al número de saberes que se imparten en todos los niveles educativos. Esto resulta fundamental para que cualquier persona pueda evitar con mayor éxito toda clase de conflictos financieros que se originan en un contexto económico difícil.
Cabe recordar que la relación del ser humano con el dinero y su manifestación social (gasto, ahorro, consumo, inversión, etcétera) se construyen cuando el niño contempla las decisiones monetarias de sus mayores y luego, en la mayoría de los casos, las replica o adapta a sus propias creencias al respecto. Teniendo en cuenta este razonamiento y el complejo escenario económico actual, algunos especialistas afirman que la cultura del ahorro y la educación financiera son instrumentos indispensables para “promover habilidades que permitan a los niños hacer posibles sus sueños”.
Por su parte, Lucía Aguilar, experta en finanzas y autora de un conocido libro sobre el tema, remarcó que frente a elevados niveles de inflación y reiteradas crisis y recesiones de los últimos años, la educación financiera se convirtió en una herramienta clave en la Argentina.
Para la licenciada, una de las principales falencias de nuestra sociedad es la falta de educación formal en finanzas, por lo cual consideró que todos los niños deberían tener algún tipo de instrucción y de acompañamiento por parte de los padres en lo vinculado a esta temática. Además, lamentó que la mayoría de los estudiantes de Nivel Secundario finalicen su cursada sin haber adquirido ningún tipo de conocimiento financiero.
A su vez, observó que una situación similar se observa en el caso de los universitarios, debido a que la mayoría de las carreras no tiene una materia de gestión, para poder elaborar presupuestos y saber administrar los ingresos.
Por lo expuesto, ciertos especialistas afirman que es imperativo que la educación financiera se convierta en una temática de abordaje transversal presente en diferentes asignaturas, con un enfoque educativo que no sólo enseñe habilidades financieras básicas, sino también promueva una comprensión profunda y completa, con el objetivo de tomar decisiones financieras informadas y responsables para el bienestar personal.
En paralelo, puede considerarse que en los tiempos actuales, la educación financiera no es sólo una manera de aprender a ahorrar y a invertir, sino también un elemento de prevención contra una problemática actual: la ludopatía adolescente, que se expandió en los últimos años, impulsada por el acceso temprano a los teléfonos celulares y las billeteras virtuales, que permiten a los chicos manejar dinero e incluso pedir préstamos. Resulta fundamental equipar a los jóvenes con las habilidades para manejar las emociones relacionadas con el dinero y para gestionar sus finanzas personales.
En síntesis, las autoridades, a la hora de analizar alternativas para mejorar los contenidos del Sistema Educativo argentino, deberían considerar a la educación financiera como una de las cuestiones imprescindibles a incluir en los saberes que deberían tener todos los educandos al finalizar el Nivel Secundario.