Ante la permanencia de una gran cantidad de humo de incendios que se registraron en países vecinos y que cubre la ciudad de Formosa desde hace algunos días, el neumonólogo formoseño José Manuel Viudes afirmó a La Mañana que de acuerdo a estudios científicos que se conocen desde el 2005, los compuestos volátiles derivados de la quema de pastizales y de madera “se acumulan en la grasa corporal” de las personas y de los animales y producen un potencial riesgo cancerígeno.
“No es un tema superficial. Es algo serio, y es algo que se va a ir acumulando con el tiempo. No es grave, porque el humo va a durar dos o tres días. Esto va a pasar, pero más adelante va a seguir, porque la sequía recién comienza, por el fenómeno de ‘La Niña’”, acotó.
“Este humo viene de la quema de pastizales y de la deforestación a través de una corriente de aire que absorbe el viento norte de la cordillera y ‘rebota’ y lo mete en la Pampa Húmeda, y en el Norte argentino en particular. El problema es que ese humo tiene varios compuestos”, explicó Viudes a este diario.
Para el especialista, el humo que cubre la ciudad de Formosa tiene componentes tóxicos que son sumamente peligrosos para la salud, como “la ceniza, una micropartícula que se mete dentro de nuestros pulmones y nuestras fosas nasales” y “furanos y tóxicos ambientales derivados de la quema de madera, en alta concentración”.
“A esto, hay que sumarle que los pastizales tienen pesticidas y órganos fosforados, con lo cual esa combustión se aeroliza, y eso es lo que estamos absorbiendo en nuestras fosas nasales y en nuestros pulmones”, agregó; y recalcó que la acumulación de estos componentes luego genera mayor riesgo de contraer cáncer.
“Desde diciembre de 2023 hasta marzo de este año, por la sequía, tuvimos quemas de pastizales en Formosa y en Paraguay. Nosotros estamos acumulando las sustancias tóxicas mencionadas en nuestra grasa corporal, lo cual es potencialmente cancerígeno e inflamatorio”, aseveró; y precisó que los componentes tóxicos del humo “disminuyen la oxigenación cerebral y cardíaca”.
A su vez, mencionó que un trabajo científico de la Universidad de Harvard relacionó al humo con “mayor incidencia de cáncer en el pulmón y en el cerebro”, y puntualizó que las personas con mayor riesgo de tener complicaciones por los compuestos del humo son “los pacientes con cuadros respiratorios y/o cardíacos que van de moderados a severos, al igual que los adultos mayores de 80 y los niños menores de dos años”.
Barbijo
A continuación, el profesional sugirió usar el barbijo N95, y recomendó que los adultos mayores de 80 y los niños menores de dos años “no salgan” de sus hogares hasta que el humo desaparezca, lo cual ocurriría mañana, y que también limpien los filtros de los acondicionadores de aire y cierren las puertas y las ventanas de sus casas.
Por otro lado, pidió que, en caso de tener irritaciones en los ojos, las personas utilicen “lágrimas artificiales”, productos que son de venta libre, se aplican en gotas y no contienen tóxicos ni vasoconstrictores.
Para finalizar, José Viudes señaló cuáles son los síntomas que indican el momento en que el ingreso del humo origina algún efecto perjudicial en la salud y se debe consultar a un médico. “En el caso de los niños, cuando hay letargia, y en los adultos mayores, cuando hay tos, sequedad en la garganta y falta de aire”, manifestó.