La densa nube de humo que cubre la ciudad de Formosa y proviene de los incendios forestales de Bolivia tiene componentes tóxicos “muy peligrosos” para la salud respiratoria y cardíaca, según alertó el médico neumonólogo José Manuel Viudes, advirtiendo que sus compuestos volátiles “se van acumulando en la grasa corporal” hasta producir un riesgo potencialmente cancerígeno.
“Este humo viene de la quema de pastizales y la deforestación de madera a través de una corriente de aire que absorbe el viento norte de las cordilleras y rebota hacia el norte de nuestro país y la zona de la pampa húmeda. El problema es que tiene varios componentes que se meten en los pulmones y las fosas nasales, más allá de las macropartículas de las cenizas”, dijo.
Y agregó: “el humo que persiste sobre Formosa tiene foranos y tóxicos ambientales derivados de la quema de maderas. A esto se le suma los incendios en pastizales que levantan pesticidas y órganos fosforados que producen una combustión peligrosa para nuestras vías aéreas”.
Según Viudes, hay un trabajo científico de 2005 que demostró que los compuestos volátiles del humo por incendios forestales “se van acumulando en la grasa del ser humano y los animales con un riesgo potencialmente cancerígeno con el corres del tiempo”.
“Pueden causar daños permanentes. La relación humo con mayor exposición tiene sus consecuencias en la salud. Y los pacientes respiratorios y cardíacos, con estados moderados a severos son los más perjudicados o de mayor riesgo, junto a los adultos mayores de 80 años y niños menores de dos años”, remarcó.
En estos casos, el doctor Viudes recomendó la menor exposición al aire libre o postergar las actividades físicas: “la protección con barbijo (N95) es importante al igual que el uso de lentos por la irritación ocular. Mantener las puertas cerradas y limpiar los filtros de los aires acondicionados”.
Asimismo, indicó que ante la aparición de síntomas como tos, dificultad para respirar, irritación de ojos y garganta, dolor de pecho o letargia, se debe consultar al médico de manera urgente para tomar precauciones y evitar un cuadro más grave.
“La toxicidad del humo produce una sustancia en el ambiente que disminuye la oxigenación cerebral y cardíaca. Los pacientes dentro del grupo de riesgo deberían tratar de no salir de sus casas y menos aún hacer ejercicios al aire libre; ni siquiera a caminar por estos días grises, controlando la medicación y los controles de rutina”, agregó.