A partir de que la cotización del peso se revalorizó frente al guaraní y la diferencia cambiaria dejó de ser favorable para las compras desde el Paraguay, la actividad comercial en Clorinda se resintió y sus principales negocios que dependen del intercambio fronterizo promediaron una caída en las ventas del 60 a 70% en lo que va del año, según informó a La Mañana el intendente y presidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad, Manuel Celauro.
En este escenario, indicó que el consumo receptivo desde el exterior también disminuyó, porque la mayoría de los paraguayos empezaron a saltear a Clorinda como lugar de paso para importar productos desde los centros de producción de Argentina; sin mediadores y pagando incluso por adelantado”.
“La actividad comercial ha caído bastante. Diría que un 60 a 70% en lo que va del año. Mientras los precios siguen subiendo a la par de los combustibles, el dólar baja y el peso sube, dejando a Clorinda cada vez más cara para los paraguayos que venían masivamente a comprar alimentos y cargar los tanques de sus vehículos. Inclusive, ya hay muchas cosas que conviene comprar directamente en Asunción”, explicó Celauro.
Sin embargo, señaló que “todavía hay algunos rubros comerciales que resultan atractivos o convenientes (verduras de estación, azúcar, algunos lácteos, vinos, aceite) para los visitantes de Paraguay, aunque con menos margen de ventajas en relación al año pasado”.
“Pese a esta diminución en el ingreso de extranjeros a Clorinda, la estamos peleando. Son muy pocos los comercios que cerraron. Nuestra ciudad creció y tiene una población de unos 100.000 habitantes, lo que hace a una dinámica de consumo propio que se suma a la gente que diariamente llega de otras localidades del departamento Pilcomayo”, amplió.
Además, Celauro remarcó que la caída en las ventas de los negocios por la merma en la afluencia de gente desde Paraguay, también “se nota en aquellas actividades que el mismo circuito comercial de Clorinda genera en las familias locales, como ser la construcción privada por ejemplo, que cayó bastante en el último tiempo”.
A su vez, explicó que “cuando el tipo de cambio sube para el guaraní, la cuestión cambiaria deja de ser un negocio para los paraguayos y su efecto inmediato se resiente en el comercio de Clorinda”. Este comportamiento de la demanda se refleja en las estaciones de servicio, que “hace un año atrás tenían colas de personas y vehículos para cargar combustibles, y ahora sólo presentan un movimiento mínimo en sus playas de estacionamientos”.
Por último, desde La Mañana se le consultó a Celauro sobre el éxodo de argentinos en Paraguay para comprar determinados productos que en el vecino país tienen costos más económicos, pese a la desventaja cambiaria del peso al guaraní.
“Fundamentalmente pasan por la electrónica. Lo que cuesta un teléfono celular en Paraguay, es un 30 a 40% más barato que en Argentina. También hay muchas ofertas en tiendas de indumentarias con promociones por cambio de temporada que llegan hasta el 50 o 60%. También, es un país con una inflación mínima y una política tributaria con carga impositiva menor a la nuestra. Sólo en IVA, Argentina se queda con el 21% y Paraguay sólo con el 10%. Lo mismo con la importación: ellos no tienen recarga y nosotros aplicamos un 7% a través del Impuesto País, que hasta meses atrás era del 17%”, detalló Manuel Celauro.