Si nos disponemos a escudriñar y aventurarnos a un atento recorrido por las Sagradas Escrituras, los Siete Dones del Espíritu Santo sin duda comprenden y comprometen un legado a preservar y poner por obra en la vida cotidiana de los creyentes para convertirse en herramienta e instrumento de Dios sobre la Tierra. De esta manera, la sabiduría, la inteligencia, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios (Romanos 12:6-8; 1° Corintios 12:8-10; 1° Corintios 12:28-31; Efesios 4:7.11f.; 1° Pedro 4:10-11) aparecen como condición a poner en práctica para lograr acentuar la espiritualidad en nuestro paso por la vida.
Si hubo un hombre cercano a nosotros que pudo comprender y poner en práctica esos dones ha sido sin duda Raúl Marcelo Pacífico Scozzina, primer obispo de Formosa, que no sólo destacó por su apego a la fe que profesaba sino también por su profundo sentido humanista y comprometido para con su pueblo desde su consagración como “pastor de los humildes” y gran defensor de los Derechos Humanos en el contexto de la dictadura más siniestra del país, su compromiso con los pueblos originarios y la lucha de los campesinos a través de la Unión de Ligas Campesinas Formoseñas (ULICAF).
Había nacido un 14 de agosto de 1921 en Santa Fe, en una familia pobre y labradora de la tierra, y su consagración como obispo de Formosa se dio el 21 de julio de 1957, a sus 36 años.
En una nueva puesta en valor de su natalicio, la Comisión “Con los ojos de Monse” se dispone a celebrar su paso por el mundo y su filosofía de vida de la mano de sus enseñanzas, a través de un cronograma de festejos que ponen en valor su sentido de entrega a una causa justa en pos del amor al prójimo, la solidaridad y el trabajo comunitario.
En el marco del mes de agosto, dedicado a una figura capital que supo hacer de la fe un instrumento en favor de los suyos, las actividades programadas buscan acercar a la comunidad formoseña su enorme legado a través de espacios de reflexión y diálogo que lo retratan hasta el día de su muerte, un 11 de junio de 2011, pero cuyo testamento de vida se vuelve cada vez más esencial en un mundo tan convulsionado.
Claudio Chávez, integrante de la Comisión organizadora, resaltó a través de un diálogo con Cronopio la necesidad de honrar la memoria de un hombre insigne y poder inspirar a las generaciones presentes y venideras a seguir su legado y ejemplo desde la humildad y el don de gente que lo forjó desde su más temprana edad. Ese profundo compromiso que lo llevó a entramar la historia formoseña con el Evangelio por medio de una obra tan simbólica y capital como lo es el Vía Crucis formoseño a través de sus más de 500 kilómetros a la vera de la ruta nacional 81 hasta el límite con Salta, divididos en 14 estaciones.
Por ello es que se invita a la comunidad formoseña a presenciar este cronograma de propuestas a través de la difusión de material audiovisual, exposiciones de quienes lo han conocido en la cotidianeidad y también expresiones artísticas que darán cuenta de la importancia de su testimonio espiritual, cultural y humanitario. Una muestra cabal de un ser humano moldeado por la fe que se dispuso a germinar, como en un huerto, aquellos siete dones divinos de la espiritualidad y hacerlos carne en una obra tan terrenal y a la vez tan trascendente como la lucha incansable por un mundo más justo.
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CRONOGRAMA
Proyecciones
• “Celebrando la espiritualidad y el legado de Monseñor Pacífico Scozzina. Primer Obispo de Formosa”.
Fecha: Miércoles 14 de agosto
Lugar: Cine Teatro “Italia”
Horario: De 20 a 21.30 hs
Duración aproximada: 70 minutos
• Cortometraje “Estaciones”, que en formato de ficción, retrata un pasaje fundamental en la vida de Monseñor Scozzina en el contexto de la dictadura de 1976.
• Fragmento de “El Sembrador”, documental sobre la vida de Monseñor Scozzina, realizado en base a una entrevista prolongada realizada en su pueblo natal y más de 40 testimonios de personas que compartieron su vida en distintas etapas.
• Fragmentos de la entrevista realizada por el periodista Luis “Chingui” Castro en uno de sus programas televisivos de Canal 11.
• Clips de dos canciones de la Cantata “Pacífico, otro Santo que quiso ser hombre”.
• Conversatorio “Voces y miradas sobre la espiritualidad y filosofía de Scozzina para las nuevas generaciones”.
Fecha: Jueves 15 de agosto
Horario: 21 hs
Lugar: Salón Franciscano “Padre Salvador Gurrieri” de la iglesia Catedral
Exposiciones testimoniales
• Maestra Zunilda Gonzales, quien lo recibía en su acción pastoral en Campo Alegre, lugar donde descansan sus restos.
• Maestra Gabina Palavecino, quien lo conoció de niña y lo ayudó a escribir su libro “Canción de un pueblo”.
• Dr. Francisco Arce Bazán, quien fue su amigo y médico personal en los últimos años de su vida.
• Prof. Juan Eduardo Lenscak, quien trabajara, viviera y sufriera compartiendo el trabajo pastoral y autor del libro: “Pacífico, identidad pastoral de Monseñor Scozzina”.
• Padre Ponciano Acosta, quien es unos de los principales difusores de la obra y espiritualidad de Monseñor.
Ofrenda cultural - Números artÍsticos
• Canciones de la Cantata “Pacífico, otro Santo que quiso ser hombre”, a cargo del Coro Diocesano.
• Baile: Expresión corporal: “La misión Scozzina”, a cargo de un grupo experimental de baile comunitario coordinado por Rocío Lenscak.
• Ofrenda poética y musical.
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A más de cien años del natalicio de Pacífico Scozzina, ¿cuál es el mayor legado que dejó a la comunidad no sólo desde el cristianismo sino también desde su profundo humanismo?
- “Precisamente, uno de los objetivos centrales de esta movida -que no es eventual sino todo un proceso que estamos haciendo desde hace unos años- es dar a conocer su espiritualidad, ya que la gente que lo conoció y vivió la experiencia se está yendo. Entonces, el objetivo es dar a conocer su espiritualidad y su filosofía de vida a las generaciones presentes y futuras. Y más en este tiempo en que se está moviendo la causa por su beatificación. Creemos que uno de los aportes principales de Scozzina es que trascendió una espiritualidad y una fe. Fue una persona profundamente humana, cercana, próxima a las necesidades del pueblo, y supo acompañarlo desde el silencio, desde la humildad. Y cuando tuvo que levantar la voz, lo hizo. Él afectó de una manera tan impresionante a las personas con que compartió y es lo que personalmente me admira al charlar con amigos de él, que ya hace 50 años lo conocieron y hablan con él como si estuviera presente, porque marcó de tal manera, que realmente transformó su vida y hasta el día de hoy siguen trabajando en pos de esa paz y esa justicia social que él también trataba de buscar”.
En estos tiempos tan complejos a nivel espiritual para la sociedad, ¿cómo evalúan ustedes la necesidad de compartir la filosofía de vida de Scozzina, sobre todo en las generaciones jóvenes?
- “Por eso este evento es parte de todo un proceso que queremos dar a conocer. Están en marcha libros escritos y un musical, que van a reflejar los ejes de la espiritualidad de Scozzina y buscan trascender la Iglesia Católica y llegar a la sociedad, proponiendo a las generaciones de hoy un estilo de vida que es necesario en un mundo tal convulsionado, individualista, competitivo. Y creemos que para eso, la figura de estos personajes que aparecen cada tanto nos sirven de ejemplo de que es posible asumir un estilo de vida diferente que puede ayudar a formar comunidades y a transformar la vida de los otros”.
En este caso, para celebrar la obra de Scozzina, hay un amplio itinerario preparado: material audiovisual, exposiciones de quienes lo han conocido en la cotidianeidad y también expresiones artísticas…
- “Sí, eso empezó ya con el centenario, hace un par de años. La idea es que cada año podamos instalar el evento y que eso se institucionalice, que se pueda hacer memoria. En este caso, justo va a haber dos eventos: el primero, el día 14, que es una proyección de algunos materiales audiovisuales que hay sobre él, parte de un documental que se hizo hace casi 30 años -por permiso de él-, cuando él se animó a dar una larga nota y hablar y contar muchas cosas que no se sabían de la historia de su proceso por Formosa; luego está la presentación de una ficción de producción local, en donde cuenta un evento particular, que fue la época en que él cerró las iglesias cuando detuvieron a dos sacerdotes que eran parte del equipo que trabajaba con él en el interior; y también fragmentos de una entrevista que hizo hablando del Vía Crucis con el periodista Luis ‘Chingui’ Castro. Y hay un anticipo de un musical que se está preparando precisamente con los ejes de la espiritualidad. Se tomaron dos canciones que ya están producidas y se les van a sumar imágenes. Ese es el próximo evento que se quiere realizar -si se puede, antes de fin de año-, que es poder presentar su espiritualidad a través de música y canciones que la reflejen para ver si, a través de ese medio, también podemos lograr que otros se vayan enterando de la vida de esta persona tan particular”.
El Vía Crucis Formoseño selló en sus más de 500 km un símbolo de sacrificio y entrega por Formosa que predicó también con sus obras…
- “Totalmente. Precisamente, cuando él -podríamos decir entre comillas porque él mismo lo dice- se ‘reconcilia’ con Formosa, logra volver después de su exilio. Porque si bien la historia oficial cuenta que él estaba muy enfermo y renunció por eso, los que cuentan la historia -que es el pueblo- saben que tuvo que renunciar por grandes presiones políticas y sociales. Y que él intuyó y leyó en ese momento que era lo mejor que había que hacer, pero se arrepintió siempre. Entonces, cuando pudo volver, plasmó todo ese amor por Formosa en el Vía Crucis, por su historia y su cultura, porque el Vía Crucis formoseño es una síntesis excelente del Evangelio y de la historia de Formosa y de cómo se tiene que encarnar el Evangelio, no sólo como algo espiritual o volado en los Cielos, sino encarnado en la lucha de la humanidad”.