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Columna de Tona Galvaliz

Gestionando la frustración -Desarrollo Humano-

“En la frustración, la realidad no corresponde con la expectativa”



¿Qué es la frustración? Es una “respuesta de tipo emocional” que deriva de la emoción básica de ira o rabia, y puede provocar malestar; tiene su origen “en un conflicto” de carácter psicológico/cognitivo frente a alguna circunstancia o evento no gestionado.

Esta emoción tiene que ver con la caída de las expectativas que teníamos sobre alguna situación específica, que estuviera o no en nuestro control.

Recordemos que las emociones básicas son alegría, tristeza, ira, miedo, asco, sorpresa y que detrás de cada emoción sentida siempre existe una necesidad, un mensaje, por lo que es fundamental aprender a entenderlas y gestionarlas.

Es necesario trabajar la frustración y aceptarla; en este sentido, hay que aprender a gestionar adecuadamente las emociones básicas y una buena gestión da lugar al crecimiento personal.

Pero, aunque seamos capaces de “aceptar” que no todo está en nuestras manos resolver, también tenemos el derecho de emocionarnos y, en este caso, la frustración es la reacción emocional que tenemos frente a esas cosas que no suceden como nos gustaría y sobre las que no tenemos influencia o control. Es aquí que aparece la frustración, cuando no logramos satisfacer nuestros deseos para concretar. En la frustración, la realidad no corresponde con la expectativa.

Para trabajar nuestra frustración y aceptarla, hay que aprender a gestionar adecuadamente las emociones básicas, favoreciendo nuestra propia regulación, adaptación satisfactoria en la vida, dando lugar al crecimiento personal.

Algunas “respuestas” producto de sentir frustración:

Respuesta que lleva a la acción. Puede llevar a la impulsividad, pero esta impulsividad será adaptada si nos moviliza a la búsqueda de opciones por el buen manejo de esta emoción; caso contrario, si la acción tiene que ver con una impulsividad agresiva, ya sea hacia una misma o hacia otra persona, aparta de la posibilidad de alternativas generativas satisfactorias.

Respuesta de huida o paralización. Puede llevarnos a abandonar aquellos objetivos que queríamos conseguir o paralizarnos ante ellos.
Que las cosas surjan diferentes a lo esperado no es un fracaso: puede ser una oportunidad para aprender y recrear.

Existen “dos tipos de frustración en función del locus de control”:

El locus de control hace referencia a lo que creemos que tiene el control de nuestra vida. Tener un control excesivamente interno o externo puede hacer que se generen problemas en nuestro día a día.

Puede ser interno, cuando creemos que tenemos todo el control de lo que nos pasa, cuando creemos que lo que pasa está en nuestras manos. Cuando una persona es capaz de salir hacia delante, aunque existan fuerzas externas que la desestabilicen. Estas personas también tienen más sentimientos de autoeficacia; en otras palabras, esta autoeficacia puede animarnos a no resignarnos a las malas situaciones, a persistir a pesar de los fracasos iniciales, a esforzamos en malas situaciones, etc. Estas personas son propensas a tener sentimientos de autoeficacia, tomar decisiones, ser independientes, tener éxito.

Puede ser externo, cuando creemos que la culpa es de otros, y que son otras personas o las circunstancias las que dominan nuestra vida y no podemos hacer nada para cambiarla.

A este locus externo de control, también se le denomina “indefensión aprendida”. La indefensión aprendida es cuando los animales o las personas experimentan acontecimientos negativos incontrolables, aprenden a sentirse indefensos y resignados, porque creen que sus esfuerzos no tendrán efecto, padecen una parálisis de la voluntad y una resignación pasiva e incluso una movilidad nula. Estas personas son propensas a atribuir a otras personas los éxitos y los fracasos, y pensar que no pueden hacer nada por cambiar su situación. Tener sentimientos de desesperanza. Sufrir indefensión aprendida.

Ej: Acontecimientos negativos incontrolables + percepción falta de control = indefensión aprendida.

Muchas investigaciones han demostrado que el locus de control interno es mejor de cara a tener una vida saludable, y la clave está en tener un locus de control interno siendo conscientes de que, en ocasiones, hay situaciones que no podemos controlar por mucho que queramos, pero también son conscientes de que pueden hacer algo para cambiar las situaciones y que, en muchas ocasiones, son responsables de lo que les pasa.

La tolerancia a la frustración depende de cada persona, y está muy relacionada con la capacidad de flexibilidad, resiliencia, superación de obstáculos de la vida, la autogestión emocional. La baja tolerancia a la frustración puede incapacitar a quien la sufre a la hora de afrontar las dificultades.

Palabras claves: aceptación de la realidad, autocomprensión, automotivación, foco en tus esfuerzos y objetivos, persistencia, apoyo en los demás, ilusión, paciencia.

Te mando un beso inmenso. TG

IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista - Desarrollo Humano personal y organizacional.



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