El querido sacerdote franciscano Salvador Gurrieri cumplió 89 años de vida y, por tal motivo, ayer la orden franciscana le ofreció un almuerzo en la Casa San Francisco de nuestra ciudad, con la presencia del obispo José Vicente Conejero y otros miembros de la comunidad católica. Al ser consultado por esta celebración, el religioso aseguró a La Mañana que cumplir 89 años "no deja de ser un acontecimiento especial" y admitió que sólo esperaba "llegar a los 50".
"Somos seis hermanos. Todos murieron relativamente jóvenes. Mi hermana mayor falleció a los 73, y mi madre a los 87. Mi abuela murió a los 90, así que parece que estoy en esa línea. De todos modos, doy gracias a Dios por este acontecimiento. Además, tengo 65 años de sacerdocio y estoy en Formosa desde 1960. Soy más formoseño que rosarino", detalló el padre.
En otro orden, Gurrieri evocó de manera breve su paso por la localidad de San Francisco de Laishí, donde la comunidad franciscana desarrolló una histórica labor comunitaria junto a los originarios que habitaban la zona. "Me acostumbré y estuve muy bien en el pueblo. La mayoría de los habitantes eran aborígenes. Si uno sabe tratarlos, demuestran que son personas buenas y trabajadoras", relató.
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