Desde hace mucho tiempo, casi desde siempre, los docentes han venido utilizando técnicas dramáticas en sus clases y en los actos escolares. Como pudieron, como supieron, con los recursos que tenían a mano, por autocapacitación, por vocación, o por creatividad para mejorar la formación y tornar atractiva la enseñanza.
En nuestra provincia, y especialmente en la ciudad, esta actividad ha progresado en forma notable en muchas escuelas. Fue a partir de la publicidad de los Festivales Provinciales de Teatro, el esfuerzo de los actores de la ciudad y del interior, el apoyo de la Subsecretaria de Cultura de la Provincia y el Instituto Nacional del Teatro, y principalmente del auge del Festival Internacional del Teatro de la Identidad y el Reconocimiento, suspendido desde hace tres años y que convocaba a grandes masas de público de todas las edades y a actores de países de Latinoamérica, de Europa.
El impulso de la actividad dramática desatada en las escuelas, el Taller de Teatro y Educación dictado por el actor Marcos Grosso como actividad del XXVIII Festival Provincial 2018, fue un acierto de la Delegación Provincial del Instituto Nacional del Teatro, esta vez, a cargo de la actriz Graciela Galeano quien sucede a la larga gestión de Carlos Leyes. Lastimosamente, la asistencia de docentes ha sido escasa.
Esto dijo Marcos.
¿Cómo se vincula el teatro y la educación? A veces en la historia de la educación, se miraban con recelo y la actividad dramática tomaba o toma hasta ahora en algunas escuelas un tono moralista,
Depende del enfoque de cada escuela, de cada currículo, de la idiosincrasia del lugar. También los diseños curriculares se plantean desde la moral que se practica que depende de sus costumbres, sus raíces. No para todos es la misma moral.
El Teatro se consideró una actividad secundaria, un pasatiempo, un hobby, actividad de bohemios. No se les dio importancia a las Técnicas Dramáticas.
El teatro está vinculado al arte, pero también al trabajo. De hecho mucha gente vive del teatro. Es un trabajo complejo, que requiere esfuerzo, pasión, estudio.
¿Es solo un instrumento
o aporta también otras cosas?
Viene bien como herramienta pero aporta muchas cosas a la personalidad y a la persona. Implica llegar a un estado de neutralidad para poder construir un personaje. La práctica dramática proporciona un acercamiento al propio conocimiento. Conozco mi yo real a partir del yo ficticio. Yo, representando un personaje descubro mi personaje real, quien soy yo. Contribuye al autoconocimiento. Y a la vez esas técnicas aplicadas a la educación ayudan a mejorar los vínculos entre los estudiantes y entre docentes.
Nos hace tomar conciencia de cómo funcionamos los seres humanos. Nos vemos a nosotros mismos como a través de un espejo. Nos muestra los comportamientos que tenemos con el prójimo. Ayuda mucho al vínculo y a la relación.
El teatro es un reflejo de la realidad, esta realidad es llevada al escenario. Hacer teatro nos lleva a hacer tomar más conciencia de cómo funcionamos las personas. Comprendemos muchas cosas, las vemos en perspectiva. En el momento de estar viviendo la realidad, no somos conscientes de ella, pero hacer teatro nos aporta la comprensión de esa misma realidad.
Marcos Grosso es actor, cantante, docente de actuación y canto. Inició sus estudios de actuación en 1992 con maestros como Hugo Corrias, Osmar NUñez, Guillermo Sosa, Passano y otros. Realizó diversos trabajos para la TV argentina y centroamericana. Realizó estudios de Comedia Musical con Hernán Kuttel. Realizó cortos en cine. Participó en musicales como "Sueño de ángeles" y "Mamá es una estrella" con la dirección de Ángel Mahler. En el Teatro Santa María en la adaptación musical de "Sueño de una noche de verano" de Silvia Mollo. Los años 2012, 2013 y 2014, en el Teatro El Cubo y en giras como parte del elenco del musical "Una fábula rock: entre dos mundos".