Este lunes por la mañana, Patricio Galván, cabo de la Policía de la provincia, ingresó a un reconocido consultorio dermatológico del casco céntrico y mató con su arma reglamentaria a su expareja Teresita López, de 34 años, quien trabajaba como secretaria del lugar. Luego, el hombre intentó suicidarse, pero fue trasladado con vida en una ambulancia y permanece internado en el Hospital de Alta Complejidad, con pronóstico reservado.
La Policía informó que se resguardó la escena del crimen y se informó lo sucedido al juez de Instrucción y Correccional Nº 6, Dr. Guillermo Omar Caballero, y al fiscal de turno, quienes acudieron a la escena del hecho para direccionar el procedimiento con los peritos y fotógrafos del Centro de Investigación Forense (CIF), dependiente de Poder Judicial de la Provincia de Formosa. Mientras, las compañeras de trabajo de la joven estaban siendo asistidas por el SIPEC ante la conmoción por la situación.
Finalizadas las diligencias procesales dispuestas por el juez, solicitó que personal del Cuerpo de Bomberos traslade el cuerpo de la víctima, identificada como Luciana Teresa López, de 34 años, hasta la morgue del barrio San Antonio para la autopsia por parte del forense judicial.

Van Dyk
Si bien la doctora propietaria del lugar, ubicado en Yrigoyen al 400, había declarado a la prensa que la joven había denunciado a su expareja porque la acosaba, la Comisario General Silvia Van Dyk, directora de la Dirección de Género y Violencia Intrafamiliar de la fuerza provincial, afirmó a La Mañana que no hay registros de ninguna denuncia en contra del femicida. Dijo que la mujer de 34 años -hija de un comisario retirado- iba a concretar ayer la presentación policial, algo que quedó trunco por el asesinato.
“La víctima había mantenido una relación de noviazgo con el victimario durante seis meses, pero se estaba volviendo tóxica, por lo que la joven decidió terminarla en agosto. Sin embargo, él seguía acosándola porque quería retomar la relación, según había comentado la víctima a sus compañeras”, relató la comisario general.
Insistió en que no hubo ningún antecedente de denuncias ni exposiciones policiales realizadas por la joven contra su expareja. “Solamente ella le había comentado a las compañeras que la acosaba y la agredía psicológicamente, y que justamente hoy (por este lunes) iba a ir a radicar la primera denuncia ante la Policía”.
En este sentido, remarcó que ante acoso y actos de violencia, hay que hacer la denuncia inmediatamente, “sin dejar pasar ni un segundo” en la primera dependencia policial, dejando constancia de la situación hostil que se está viviendo.

En los casos de efectivos de la Policía que son denunciados por violencia de género, la institución como medida preventiva, “le retira el arma reglamentaria, es separado del servicio activo y puesto a consideración del equipo de Psicología”, dijo la comisario.
Desde ahí, se realiza un seguimiento estricto, toma intervención el juez correspondiente y se procede a las medidas cautelares, como la protección de la víctima, prohibición de acercamiento, entre otros.