Tras su habilitación en la tarde del sábado por parte del intendente Jorge Jofré, junto al vicegobernador Eber Solís, el Paseo Histórico “Avenida 25 de Mayo” recibió este la visita de cientos de familias que pudieron apreciar los tres íconos de la ciudad que fueron restaurados y habilitados en el microcentro: el reloj histórico, el cartel luminoso “Bibolini” y el antiguo kiosco sobre la calle Belgrano.
En el mismo acto también fueron habilitadas las restauraciones al Monumento a la Madre y el primer Banco Rojo, además de la reconstrucción del adoquinado y del boulevard de la avenida 25 de Mayo, entre las calles Rivadavia y Belgrano.
Características del reloj
Según explicó hace tiempo a La Mañana uno de los encargados de la empresa a cargo de la obra del reloj histórico, Guillermo del Valle, se trata de un elemento inspirado en el original que tuvo Formosa en la década del ’60 y era punto de referencia de la época, cuya ubicación original era la avenida 25 de Mayo, a la altura de la calle Belgrano.
Es un reloj público con un peso de entre 85 y 100 kilos y una altura de unos 3,50 metros, de cuatro caras, con una farola en la parte superior.
“Se fabricó una réplica a escala y cada cara tiene 60 centímetros de diámetro, de aguja expuesta. No tiene vidrios en su frente, que es una característica que por lo general tienen los relojes públicos. En su interior tiene una máquina central que transmite fuerza a las cuatro caras, con un controlador con GPS que hace que siempre tenga la hora exacta, en forma satelital, automática”, detalló.
Aclaró que la empresa a la que representa es la única de Sudamérica dedicada a la automatización de relojes y campanarios y desde su experiencia resaltó que el de Formosa tiene un diseño único, lo que lo hace especial.
La Municipalidad lo adquirió hace algunos años y fue a depósito hasta que decidieron su ubicación. “Este tipo de relojes demoran unos 45 días para su fabricación. En la Argentina hay más de 3.500 relojes públicos de diferente tipo, pero este es único”, resaltó.
Testimonios
De acuerdo a testimonios publicados en una de las páginas más visitada por los formoseños “Te cuento Formosa”, impulsada y administrada por el doctor Fernando Casals en la plataforma de Facebook, se recuerda que “En la intersección de la avenida 25 de Mayo y Belgrano, se levantó uno de los símbolos urbanos más recordado, aquel que estableció un lazo indisoluble entre el hombre y su ciudad”.
“Todavía el reloj perdura en el imaginario de los formoseños, erguido como un faro guiando los recuerdos del pasado.
Estuvo integrado al paisaje cotidiano y no solo sirvió para apoyar la cartelera de los cines, sino que fue parte esencial de nuestra identidad”.
“Nos guste o no, la parte más antigua -como casco histórico- es la Calle Ancha; primero totalmente despojada y luego con sus hermosos bulevares cubiertos de eucaliptos. La vieja 25 de Mayo, allí donde la población primera se aglutinó, debido a la febril actividad comercial de su puerto. Es historia. No sigamos perdiendo nuestra cultura urbana. No perdamos esos espacios que nos permiten reconocernos para poder conservar nuestras tradiciones”.
“Tengamos aprecio por lo nuestro y recordemos siempre de dónde venimos. Es un deseo ferviente de los que integramos esta página y un desafío para los que tienen capacidad de decidirlo”, finaliza el testimonio que de alguna manera anhelaba la restauración de este emblema de la ciudad.
El kiosco
Otro posteo en “Te cuento Formosa” recuerda que “en el pequeño cantero frente al primitivo kiosco construido por Lotería Nacional, se colocó por primera vez una luminaria en forma de farola.
Posteriormente, se montó el emblemático reloj de pie, y por último en la década de los sesenta, un poco antes de que se instalaran los primeros semáforos por iniciativa del intendente Ruggiero, se colocó una garita para dirigir la circulación de los vehículos, que duró muy poco tiempo.
Desde allí los policías de tránsito vestidos de uniforme gris, ordenaban el paso de las bicicletas, sulkis y alguno que otro auto que por un breve momento, rompía con la monotonía de la ciudad.
Cartel luminoso
En cuanto al cartel luminoso “Bibolini”, se señala en el muro de “Te cuento Formosa”, que “ese cartel amurado en la esquina de la edificación, estaba al principio iluminado con velas y se lo veía en la noche desde muy lejos, aún desde los barcos que navegaban por el río Paraguay”.
“Un empleado estaba dedicado exclusivamente por las tardes, a poner en funcionamiento las lámparas a querosén y las velas, tanto las del negocio como las de la vivienda familiar lindante, sobre calle Rivadavia.
Cuando se conmemoraba una fecha patria, se colocaban velas en recipientes hechos de cáscaras de pomelo sobre la cornisa de la propiedad, integrándose con ello, a la celebración”.
El Dr. Fernando Casals valoró las restauraciones
En una breve declaración a La Mañana, el doctor Fernando Casals, creador de la página “Te cuento Formosa”, mostró su satisfacción por estas obras que permiten recuperar para la ciudad parte de su fisonomía histórica.
“Cuando hablamos de restauración estamos hablando de preocupación por mantener todo lo que represente un recuerdo sobre la antigua urbe de Formosa”, expresó.
Destacó que recuperar estas estructuras que son todo un símbolo para los formoseños, y ponerlas nuevamente en el paisaje urbano, “es no perder la identidad de la ciudad y a partir de ahí concientizar a la gente que sin conocer nuestro pasado difícilmente podamos ir hacia un futuro venturoso”.
Fernando Casals es creador de la conocida página “Te cuento Formosa”, donde se publican historias de familias, de los primeros negocios, de oficios de época, las fiestas y bailes, casas emblemáticas y edificios históricos, tan característicos de la ciudad.