Las artes marciales mixtas están en auge en el mundo, y año a año se evidencia el paulatino incremento en la cantidad de mujeres que decide sumarse a los entrenamientos y enfrentar la vida con más confianza y seguridad.

La propietaria del gimnasio “FenixTeam”, Viviana Machuca, resaltó que cada vez más mujeres de distintas edades se acercan con diversas motivaciones y al cabo de unas pocas clases invitan a otras amigas a sumarse.

Machuca tiene su gimnasio sobre la calle Juan José Paso al 1166, es personal trainer, primer dan de kickboxing y muay thai, y en 2015 obtuvo medalla de oro al convertirse en campeona argentina de kickboxing.

“Soy la primera mujer formoseña que salió a pelear fuera de la provincia y lo hago desde 2012. Comencé a practicar artes marciales a los 30 años y desde hace 12 años esto se convirtió en mi vida. Empecé con muay thai y desde ahí no paré. Además de las competencias, desde el 2016 estoy a cargo del “Misil Team” Formosa, del Dojo “Serpiente”. Actualmente, tengo alrededor de 70 alumnos desde siete a más de 60 años”, comentó a La Mañana.

En el gimnasio se práctica kickboxing, muay thai, hasta KapapKravMagá, Crossfit, MMA y taekwondo wt, entre otras disciplinas.

“Es un estilo de vida. Cuando uno conoce este deporte no puede dejar de practicarlo porque se libera mucha energía y te genera paz interior. Después de una jornada de entrenamiento, lo único que pide el cuerpo es comida y descanso”, afirmó.

“Hay un empoderamiento”

Durante la entrevista, reconoció que las distintas disciplinas siempre tuvieron supremacía de hombres, pero remarcó que hay un aumento sostenido de alumnas.

“Las mujeres son las más disciplinadas. Hay un empoderamiento. Eso se nota. Las artes marciales eran consideradas antes únicamente para hombres y esa concepción va cambiando porque también hay un cambio en la sociedad. Las que practican este deporte demuestran no solo fortaleza física sino también mental y ganan en seguridad interna ante la vida. Se libera mucha tensión y uno queda en armonía con uno mismo y los demás”, aseguró.

Sostuvo que al estar al frente de la academia, la ven y se acercan. “Muchas se animan y les gusta tener una instructora. En los últimos años creció en forma marcada el interés de las mujeres por las artes marciales. Estamos muy vulnerables las mujeres y buscamos una salida para ganar en seguridad. Es una disciplina, un deporte, que también te prepara para la defensa personal, caminar con la frente en alto y tener más confianza en una misma. Trabajamos todos los días para que más chicas descubran los aportes que las artes marciales pueden darles”, agregó.

Machuca se siente orgullosa del espacio que tiene y aclaró que no fue fácil porque demandó mucho trabajo hacerlo realidad.

“Hay mujeres que llegan con ciertos temores o vergüenza. Algunas dicen que como van a levantar la pierna para dar una patada, los hombres van a mirar. Lo cierto es que hay mucho respeto y cada uno está concentrado en la combinación de movimientos de ataque y defensa. Lo que ocurre en el gimnasio es que se genera un clima de trabajo y compañerismo y hasta tenemos familias enteras que vienen a practicar. El mensaje es cuidarnos porque somos compañeros de entrenamiento, donde los más avanzados ayudan a los que recién inician. Las competencias todavía son de instancias amateur. Los peleadores profesionales que tengo pasaron al jiujitsu”, dijo.

“No te vuelve más agresivo”

También desmitificó la idea que las artes marciales tornan más violentas a quienes las practican.

“No te vuelve más agresivo, todo lo contrario. Las personas aprenden nuevas habilidades y desarrollan una disciplina que sirve para la vida diaria. Los alumnos tienen instructores que los guían en las técnicas de este deporte. No se trata de formarse para ser patoteros o manejarnos de manera violenta. El mensaje que impartimos es que el compañero que practica conmigo está haciendo el mismo esfuerzo que yo y existe un gran respeto. Prima la ayuda para avanzar juntos.

Damos clases de kickboxing y muay thai en simultáneo. Son disciplinas antiguas, pero que adquirieron más notoriedad a partir de las artes marciales mixtas, conocidas por sus siglas en inglés como MMA (MixedMartialArts), que la tienen como base junto al jiujitsu, competencia que se popularizó con peleas en la jaula o el octágono”, explicó.

Un claro ejemplo de la atracción que genera este tipo de disciplina es lo que ocurre con la UFC (Ultimate Fighting Championship), que es la mayor organización de artes marciales mixtas (MMA) del mundo. La UFC presenta a los mejores peleadores internacionales, especialistas en todo tipo de artes marciales y disciplinas.

“La gente comenzó a tener curiosidad sobre cómo golpear con rodilla y el codo. Estas artes marciales, kickboxing y muay thai, requieren de golpes de mucha potencia, a diferencia de otras disciplinas que son de marcación. Son varias las motivaciones de quienes se acercan al gimnasio. Las personas más jóvenes llegan porque la disciplina está en auge, otras por curiosidad, para defensa personal, por una cuestión estética como perder peso, tonificar músculos. Pasado el tiempo, son más felices. La mayoría al comienzo llega tímidamente y señala que sólo quiere practicar, pero al cabo de dos o tres meses ya quiere ingresar a la jaula a pelear”, expresó.

El arte de las ocho extremidades

“El muay thai tiene un origen tailandés y se le conoce también como boxeo tailandés y como el arte de las ocho extremidades. La primera diferencia es que en el muay thai se permiten realizar golpes con los puños, las rodillas y los codos, razón por la cual se requiere de gran habilidad de esquivar por parte de los oponentes. Una de las características y técnicas que más se usan en el muay thai es el trabajo de clinch, que es la posición en la que quedan los contrincantes abrazados y que limita la libertad de movimientos. Consiste en controlar la parte de arriba del cuerpo del oponente con el objetivo de atacarlo con las rodillas, los codos y las piernas para barrerlo y tirarlo sobre la lona, lo que te dejaría muy cerca de ganar el combate. Este tipo de deporte de lucha hace posible que los peleadores ataquen con frecuencia las piernas de su oponente para desgastarlo y tener la posibilidad de derribarlo. Por otro lado, te ayuda a adquirir habilidades de striking, que son combinaciones de golpes de puño y pie, con rodilla y codo, que serán necesarias para entrar en una competencia de lucha de artes marciales mucho más profesional y exigente. Los que practican kickboxing pueden participar en muay thai porque se parecen mucho, pero el kickboxing tiene otras diferencias”, explicó Machuca.

“El kickboxing es un deporte de contacto que se originó en Japón y que mezcla diversas disciplinas de la lucha, como del boxeo, el karate y el boxeo tailandés. Una de las diferencias entre muay thai y kickboxing es que en el kickboxing se permiten dar patadas en los muslos, el cuerpo y la cabeza del contrincante. Así que se requiere de mucho cuidado y resistencia para practicarlo. Y se permiten los golpes de puños. Otra de las diferencias es que no se permite golpear al contrincante con los codos o cuando esté de espalda o barrido en el suelo”, ahondó.

“En el kickboxing se permite el clinch que, como expliqué, es la posición en la que quedan los contrincantes abrazados y que limita la libertad de movimientos. Por eso, es un deporte de lucha mucho más movido que el muay thai”, diferenció finalmente.