El fiscal Santiago Vismara y la titular de Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) Mariela Labozzetta solicitaron a la sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional que procese y dicte la prisión preventiva del empresario agropecuario Francisco Sáenz Valiente por la muerte de la modelo brasileña Emmily Rodrigues Santos Gomes. La acusación de la fiscalía es por los delitos de “facilitación de estupefacientes a título gratuito y de un lugar para consumirlos, y abandono de persona agravado por el resultado muerte” y la argumentación de los representantes del Ministerio Público fue particularmente dura en sus cuestionamientos a Sáenz Valiente.
“Ni la vida, ni la salud de Emmily le importaban. Una chica a quien no conocía, a quien convocó junto a otras a una reunión que armó para consumir drogas. Era un encuentro para consumo de estupefacientes llevado hasta el mayor extremo posible, teñido por un intercambio económico. No eran personas a sus ojos, sino objetos de consumo, comprables y descartables”, aseguró la titular de UFEM al pedir el procesamiento y la prisión preventiva ante la sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, integrada por la jueza Magdalena Laiño y los magistrados Ricardo Matías Pinto e Ignacio Rodríguez Varela.
Para la representante del Ministerio Público toda muerte violenta de mujer debe ser investigada con una hipótesis sobre un posible femicidio, más allá que esa teoría primera sobre el suceso pueda convivir en el expediente con otras visiones. Y en ese aspecto, la fiscal Labozzetta marcó pruebas e indicios que sustentan una escena de violencia de género dentro del departamento del piso 6 de un edificio situado en Libertad al 1500, de donde cayó Rodrigues Santos Gomes, desnuda, la mañana del pasado 30 de marzo.
Entre los elementos aportados por Labozzetta para consolidar la apelación fiscal al dictado de falta de mérito en favor de Sáenz Valiente figura el hallazgo de ropa de varón y de mujer en diferentes ambientes del departamento del empresario agropecuario, en una escena de los hechos que, a criterio de la titular de la UFEM, fue alterada antes de la llegada de los investigadores judiciales. Y sostuvo que, tras escuchar los testimonios de las otras tres mujeres que estuvieron en, al menos, algún tramo de esa madrugada junto a la modelo brasileña y el propietario del departamento, que puede advertirse “señorío por parte del acusado en la organización del encuentro, un control y una determinación del modo en que transcurrió y en su duración”.
Labozzatta aseguró en su presentación que el encuentro fue en la casa del empresario, que doblaba en edad a las mujeres y que tenía un alto poder adquisitivo. Incluso, señaló que a una de ellas le pagó por ir mientras que a otra le abonó el taxi cuando se fue, según consignó la página de noticias del Ministerio Público Fiscal.
Apuntó la fiscal al hecho que Sáenz Valiente se encontraba en ropa interior en el momento en que ocurrió la caída de Rodrigues Santos Gomes, que había preservativos en el lugar de los hechos, y que el top usado por la modelo brasileña fue hallado en el dormitorio principal.
Según expresó la titular de la UFEM frente a los camaristas, el empresario tuvo la responsabilidad de haber llevado “la situación de consumo de estupefacientes a un extremo”, cuando ya la víctima no podía valerse por sí misma.
En esa tesis se basa la imputación de la fiscalía efectuada ante los camaristas, ya que pidieron el procesamiento y la prisión preventiva de Sáenz Valiente por los delitos de “facilitación de estupefacientes a título gratuito y de un lugar para consumirlos, y abandono de persona agravado por el resultado muerte”.
Así lo marcó también el fiscal Vismara, que hizo foco en el testimonio de las tres mujeres que estuvieron también en el departamento de Sáenz Valiente, quienes declararon que el empresario facilitó el consumo de diferentes clases de drogas en su casa, situación que la fiscalía empalma con mensajes recuperados de teléfonos celulares en los que se establecería que el hombre había coordinado la llegada de mujeres y la compra de drogas.
De acuerdo con el examen efectuado por el Laboratorio de Toxicología y Química Legal del Cuerpo Médico Forense, Emmily tenía “un gramo de alcohol en sangre y rastros de metilecgonina (metabolito de la cocaína)”, mientras que en el análisis de la bilis fue hallada cocaína y ketamina. De acuerdo a las conclusiones del estudio, en la orina fue hallada concentración de cocaína, éxtasis, tuci, ketamina y marihuana, mientras que en las fosas nasales encontraron rastros de cocaína.
“Sin dudas, todas las evidencias son muchas y muestran que, de hecho, ella fue víctima de un crimen terrible”, dijo Arístides Da Silva Gomes, padre de Emmily.
Para el abogado querellante Ignacio Trimarco, “la prueba es abrumadora y desde la falta de mérito hasta ahora se incorporaron nuevos elementos que desvirtúan y echan por tierra toda la estrategia del imputado”.
Por otro lado, los abogados del imputado, Rafael Cúneo Libarona y Gustavo Orazi, sostuvieron ante los camaristas que las drogas que habían comprado fueron solo para consumo personal, que Emmily sufrió un “brote psicótico” por el consumo y que lo único que intentó Sáenz Valiente fue ayudarla llamando en dos oportunidades al 911 para pedir ayuda y tratando de sujetarla cuando se tiró por la ventana.
La caída de la modelo brasileña se produjo a las 9.18 del 30 de marzo, en el barrio porteño de Retiro.