Según la Organización Mundial de la Salud, para 2050 se estima que casi 2500 millones de personas tendrán algún grado de pérdida de audición y, al menos, 700 millones requieran rehabilitación auditiva. Incluso, se calcula que 1.1 millones de jóvenes están en riesgo de perder su audición. El primer responsable, además de algunas patologías, es el ruido. Es por eso que, este miércoles 26 de abril, en el Día Internacional de Concienciación Sobre el Ruido se busca generar conciencia sobre su impacto en la salud.
“En la Argentina, la disminución auditiva constituye el 18% de las discapacidades existentes”, indicó, en diálogo con Infobae, la médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas (MN 81701). Lo cierto es que el ruido está presente, casi, de forma cotidiana en la humanidad. Ya sea en las escuelas, en los ámbitos laborales o, bien, en las calles, el ruido es un aditamento ineludible de la vida moderna.
Aunque, generalmente, estos sonidos se escuchan a niveles seguros, sin que afecten la audición, la exposición prolongada a ruidos simultáneos y a volúmenes elevados puede ser perjudicial. Para el organismo sanitario internacional, el límite de ruido aceptable para el oído humano es de 65 dB, cifra que se traduce en el sonido de una aspiradora.
En tanto, se considera doloroso cuando supera los 125 dB, este número equivale al sonido de un taladro. En ese tono, advirtieron que los adolescentes presentan una mayor sensibilidad auditiva, es por eso que son considerados más vulnerables ante los daños auditivos. Pese a que existe este riesgo, lo cierto es que muchas personas no prestan atención a esta advertencia y las principales razones son: falta de conciencia (63%), subestimación de los problemas auditivos (59%) y el estigma social que conlleva la pérdida de audición (33%).,
“La hipoacusia (sordera) es la incapacidad auditiva y se trata un trastorno sensorial que consiste en la dificultad para escuchar, lo que influye en la comunicación, en el lenguaje. Incluso, puede ser parcial o total”, explicó Cuevas. Y agregó: “La OMS advirtió los ruidos por encima de 70 dB son peligrosos, más aún de persistir en el tiempo. Se estima que el 5% de la población mundial, cerca de mundo 400 millones de personas, ya tienen problemas auditivos”.
Por su parte, la fonoaudióloga María Agustina Leiro (MN 8343), miembro del equipo GAES Amplifon, indicó: “Es de suma importancia acudir a controles auditivos regulares y no posponer la consulta médica ante cualquier síntoma, sobre todo si hay antecedentes familiares. Las patologías relacionadas con la audición suelen ser silenciosas, lo que puede retrasar el tratamiento y agravar los síntomas”.
En ese tono, un reciente estudio indicó que el exceso de ruido también puede impactar negativamente en el ritmo cardíaco y respiratorio, además de generar dolores de cabeza, deterioro de la función cognitiva, hipertensión arterial y alteraciones del sueño. Incluso, advirtió que se pueden presentar síntomas como inestabilidad emocional, falta de autoestima, disminución del rendimiento escolar en los niños, dificultades en el aprendizaje del lenguaje, pérdida de memoria y concentración, estrés y ansiedad. Por todo esto, es importante estar alerta a estas señales y tomar medidas preventivas para proteger la salud auditiva.
Según el trabajo, que lideró el profesor Jing Huang, de la Universidad de Pekín (China), “la exposición a largo plazo al ruido del tráfico rodado se asoció con una mayor incidencia de hipertensión primaria, y las estimaciones del efecto fueron más fuertes en presencia de una mayor contaminación del aire”. Para el trabajo, los investigadores recogieron información del Biobanco del Reino Unido de más de 240.000 personas de entre 40 y 69 años que no tenían hipertensión, y las siguieron durante una media de ocho años.
Tras estimar la cantidad de ruido al que se vieron expuestos a partir de la dirección en la que vivían, los expertos advirtieron que más de 21.000 experimentaron la patología, siendo que, según los datos, el riesgo de una excesiva presión sanguínea está relacionado con la dosis de ruido a la que se vieron expuestas. En ese tono, los científicos también advirtieron otro factor: “Parece posible que una elevada exposición a aire contaminado deje al cuerpo más vulnerable a los efectos peligrosos del ruido del tráfico y viceversa”.
Seis consejos para prevenir algunos de los efectos negativos del ruido
1. Utilizar de forma correcta los auriculares y a mantenerlos higienizados: como se introducen en el oído, aumenta el riesgo de infecciones en el conducto externo y, si además se comparten entre varias personas, algo que suelen hacer los adolescentes, el peligro es mayor.
2. Revisiones periódicas con los profesionales: el objetivo es comprobar el estado de la salud auditiva. Al igual que se realizan visitas a otros médicos, deben sumarse consultas con otorrinolaringólogos.
3. Volúmenes seguros: poner a reproductores de música y smartphones a niveles seguros, inferiores al 60%. De este modo, se pueden escuchar los sonidos que lo rodean. Además, es aconsejable tomar descansos regulares después de los 60 minutos.
4. Tomar y mantener distancia de ruidos fuentes: entre los más nombrados se posicionan los altavoces. Además, es aconsejable tomar descansos de 15 minutos en áreas más tranquilas.
5. Protección: cuando se encuentra en lugares muy ruidosos, es ideal usar tapones o protectores para los oídos.
6. Control parental: en los niños es aconsejable monitorear el tiempo de exposición ante esta clase de sonidos, ya que el daño en la audición es gradual e irreversible.