Los precios en los distintos cortes de pollo promediaron un aumento del 50% desde diciembre y se esperan nuevos reajustes para Semana Santa. La demanda en este rubro comercial se mantiene estable pero con compras económicas e inclinadas a los kilos de trozado, alitas y patamuslos. Por la caída en la producción a efecto de la sequía hay faltante de mercadería.

Fernando Torres, encargado de la pollería “Itatí” ubicada sobre avenida Italia al 2.600, precisó ante el móvil de La Mañana en Vivo que los principales proveedores de pollos están ingresando con menos mercaderías para garantizar el stock de los locales a consecuencia de una baja en la producción.

“Hay faltante, especialmente de suprema. La seca afectó a las provincias con intensidad productiva y también la merma repercutió en los precios. Si bien las ventas están estabilizadas, hay queja de la gente que viene a comprar y encuentra que semanalmente hay cambios en los valores de los cortes”, indicó.

En este proceso agudo de inflación que transita el país, el comerciante señaló que el rubro de pollería desde diciembre del año pasado a esta parte de marzo, experimentó una suba del 50% en promedio, con actualizaciones en listas que se vienen realizando a cuentagotas y con porcentajes de 5% a 7%.

“Tenemos que remarcar casi cada semana para no perder en el recambio de mercadería. Y para Semana Santa, al igual que el pescado, el pollo tendrá nuevamente un aumento de casi el 10% en sus principales cortes. En comparación a las carnicerías, las pollerías siguen siendo las más económicas para muchas familias, que se acercan y en su mayoría, eligen llevar el kilo de trozado ($ 650), alitas ($ 500), el clásico patamuslo ($ 650) y en menor medida la suprema ($ 1.300), milanesa ($ 1.100) o por unidad”, detalló.