A la espera del tratamiento del proyecto de Ley de “Alcohol 0” al volante en las sesiones extraordinarias en el Senado, norma que reduce de 0.5 milímetros de alcohol en sangre a 0 la tolerancia para conducir en las rutas nacionales, este sábado se realizaron miles de test de alcoholemia en simultáneo en todo el país bajo la coordinación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en conjunto con las fuerzas locales de las provincias y municipios. Más allá de este tipo de iniciativas, es necesario que el Congreso nacional sancione con urgencia la normativa mencionada, para poder contar con una herramienta importante para desalentar la ingesta de alcohol y bajar la cantidad de siniestros viales que se producen en el país.

Un conocido portal de chequeo de información pública recordó que el alcohol, aun en cantidades mínimas, aumenta hasta tres veces la posibilidad de protagonizar un siniestro vial.

Asimismo, se indicó que tras su ingesta, el alcohol se absorbe en el aparato digestivo, un 20-25% en el estómago y la mayor parte en el intestino delgado, desde donde pasa a la sangre, alcanzando la mayor concentración después de 30 a 90 minutos. La sangre distribuye el alcohol por todo el organismo. A la cantidad de alcohol presente en la sangre la denominamos alcoholemia; y a mayor nivel de alcohol en sangre, mayores son los efectos sobre la conducción.
La mayor parte del alcohol (90-98%) se metaboliza en el hígado a una velocidad constante y otra parte se elimina sin metabolizar a través de la orina, el sudor y el aire espirado. Es precisamente la determinación del alcohol en aire espirado la que se utiliza en los controles de alcoholemia, aprovechando que existe una relación constante entre el nivel de alcohol en sangre y el nivel en aire espirado.

Aunque hay numerosos factores que pueden influir, por lo general -como se indica en un informe de la Dirección General de Tráfico de España-, una persona que tenga un gramo de alcohol por litro de sangre (gr/l) puede necesitar entre 6 y 10 horas para que su nivel de alcoholemia baje del nivel máximo permitido (el informe alude a 0,5 gr/l).
Tan importante es este tema para la seguridad en el tránsito, que según lo revelado por la Asociación Civil “Luchemos por la Vida”, la Meta 9 de las Metas de Acción, impulsadas en el Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial -promovido por las Naciones Unidas, para reducir los muertos en todo el mundo al menos un 50% en 10 años-, está dedicada a disminuir las muertes y heridas causadas por el alcohol en la conducción.

En la Argentina, varios municipios y provincias ya han legislado sobre este tema, y si se establece “Alcohol 0” para todos los conductores de cualquier tipo de vehículo, se requerirán controles eficaces y sanciones severas y efectivas para poder lograr un cambio de conducta mayoritario y sostenido en el tiempo.

En síntesis, la problemática de los siniestros viales tiene que ser trabajada con diferentes políticas públicas, y con la cooperación de la comunidad. Sólo un accionar claro y sostenido en lo referente al mejoramiento de las vías de circulación, la reducción de la ingesta de alcohol antes de manejar y en lo vinculado a educación vial permitirá lograr resultados significativos en el mediano y largo plazo.