Medios nacionales indicaron que la falta de financiamiento a través de las tarjetas de crédito, incluso en un pago, comienza a convertirse en un obstáculo para el consumo que impacta no sólo en la caja del supermercado, sino también en los pequeños y medianos comercios. El propio ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, admitió que el derrumbe del crédito al consumo es una preocupación para el Gobierno.

De acuerdo a los últimos datos del Banco Central, las financiaciones con tarjeta de crédito retrocedieron en diciembre por sexto mes consecutivo y cerraron el 2022 con una caída del 12,5% con respecto al año anterior. Para los comercios, ese retroceso se traduce en una dificultad cada vez mayor para sostener el nivel de ventas, en un contexto de inflación todavía alta.

En lo concerniente a este tema, el presidente de la Comisión de Supermercados de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (CAPyMEF), Carlos Alejandro Werlen, aseguró a La Mañana que en lo que va de enero se registra una baja en las ventas de los negocios del rubro de entre el 3 y el 5%, en comparación con el período septiembre-octubre-noviembre de 2022, que toma como referencia para no considerar diciembre de 2022, que fue un mes particular por tener mayor actividad en los comercios de ese ramo por las Fiestas y el pago de los sueldos, aguinaldos y bonos de fin de año.

“Esta baja se registra tanto en la comercialización por unidades como en la cantidad de pesos que ingresa por ventas. En los últimos meses de 2022, prácticamente nadie en el rubro llegó a valores de la inflación en cuanto a recaudación en pesos. Tener un inflación anual cercana al 95% y valores a precios constantes del 82 o del 85% es una diferencia que impacta mucho en el momento de evaluar las rentabilidades. Enero es un mes duro, y un poco ‘largo’. Hay que esperar al próximo pago de sueldos para empezar a tener un panorama un poco distinto”, explicó Werlen a este Diario.

Asimismo, el referente empresarial señaló que en la actualidad, se observa un mayor uso de las tarjetas de crédito como medio de pago, lo cual termina cubriendo la totalidad de los saldos disponibles en esos plásticos.

“Hoy, la tarjeta de crédito está totalmente consumida. Los valores que los Bancos otorgan para el movimiento operativo están muy distantes de la necesidad del consumidor. A su vez, los costos de los intereses son muy importantes. Por otra parte, planes como Ahora 12, Ahora 18 y Ahora 30 hicieron que se ‘disparara’ el consumo, y la renta económica de aquellas familias que han consumido la totalidad de sus tarjetas de crédito se va a ‘reacomodar’ dentro de un tiempo”, agregó.

Para finalizar, Carlos Werlen mencionó que en muchos casos, esos plásticos son utilizados no para la adquisición de bienes durables, sino para la compra de alimentos o de otros productos que requieran las familias.

“La tarjeta de crédito pasó a ser una parte fundamental de la economía de la familia. Hoy se utiliza en cualquier tipo de necesidad que tenga la familia. Al no tener otra alternativa, y aunque el crédito de las tarjetas sea caro, se lo utiliza en el supermercado y en donde sea, porque la situación realmente lo amerita”, manifestó.