El presidente de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa, Fabián Hryniewicz, aseguró que el comercio minorista registra una caída en ventas desde julio a noviembre, lo que torna un escenario complejo y desfavorable a lo largo de este 2022 para el sector.
Durante una entrevista con La Mañana, remarcó que, ante el encarecimiento de los productos por la inflación, existe un poder adquisitivo muy retraído, con una oferta muy reducida de alternativas de mercaderías de consumo masivos.
Según el Índice de Ventas Minoristas PyMEs de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas PyMEs descendieron 3,1% en noviembre frente al mismo mes del año pasado, medidas a precios constantes.
El único dato positivo fue pese a la caída en las ventas por quinto mes consecutivo, el cálculo en los 11 meses del año todavía acumula un crecimiento del 1,4% frente a igual período 2021.
Sólo Farmacia y Perfumería creció en la comparación anual, mientras que el resto se retrajo.
“El comerciante del sector PyME en Formosa llega complicado porque hay que pagar aguinaldo, los aumentos otorgados a los empleados de comercio y ver si existe algún bono para los empleados, más las obligaciones fiscales, que se incrementan también, que sumado a las bajas ventas tornan complicada la situación. No está la posibilidad de tomar un crédito bancario para cubrir las obligaciones, porque si lo hacés, es una suerte de suicidio económico por las altas tasas de interés que se cobran”, consideró.
Además, llamó a las autoridades nacionales a poner paños fríos a la economía, dejar de fabricar espejismos como los programas de Precios Máximos, Precios Cuidados o Justos, y que los productos se comercialicen a su valor real.
“Se congelan los precios de algunos productos de supermercados, pero qué pasa con los de almacén, los combustibles y el resto de los servicios, que indefectiblemente influyen en el factor precio”, sostuvo.
Poder adquisitivo
Insistió en que la ecuación es simple: al reducirse el poder económico de los clientes, disminuyen en las ventas. De acuerdo al mencionado índice de CAME, en la comparación mensual, las ventas se mantuvieron sin cambios. En el balance general, noviembre no fue un mes bueno. Los comercios continuaron sintiendo el menor poder adquisitivo del consumidor generando cierta preocupación. La cercanía de fin de año trae una moderada expectativa de crecimiento del consumo, aunque divergente entre los distintos rubros. Algunos empresarios consultados comentaron que tienen dudas sobre cómo manejar los stocks para las fiestas: comprar para evitar faltantes o ser prudentes para evitar sobrantes.
A todo esto, reconoció que en Formosa hay un microclima económico donde la situación se hace más llevadera, dado que es una provincia en la que se puede prescindir de algunas cuestiones, no como en las grandes ciudades.
“Esto no quiere decir que un negocio pueda considerarse como muy próspero con el nivel de ventas. Nosotros no medimos en plata, sino en cantidad de mercaderías y ahí se nota la caída, que viene de la mano de las complicaciones económicas. Mejoró el cuadro sanitario de la pandemia, pero se agravó la cuestión económica. Al producirse mayores costos, altos niveles de interés en las tarjetas de crédito, hay que ser prácticamente un científico para determinar a cuánto vas a vender un producto a cuotas. A esto, se suma la imposibilidad de tener productos alternativos porque la industria está complicada en conseguir materia prima”, concluyó.