Al conmemorar este viernes el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, mujeres y disidencias realizaron una numerosa marcha por el microcentro de la ciudad para exigir el cumplimiento de sus derechos, además de políticas estatales para mejorar la asistencia a quienes pasan por situaciones de violencia.
Tras visibilizar las consignas con carteles en la caminata, las asociaciones feministas y LGBT+ leyeron un documento en el que se reconocieron como “hermanas resilientes, luchadoras, guerreras, empoderadas, con ideas y voces propias imposibles de callar”.
Exigieron igualdad de género, igualdad de oportunidades, que se terminen todas las formas y modalidades de violencias hacia las mujeres “para que podamos vivir plenamente, en un mundo antiandrocentrista, antipatriarcal, anticlasista, antihegemónico, antirracista y feminista”.
Consideraron imperante que el Estado garantice a las mujeres y disidencias, políticas públicas integrales eficaces para concientizar, prevenir, sancionar y erradicar la problemática de la violencia estructural patriarcal, que a su vez la Justicia otorgue el real acceso a la Justicia, reconozca los derechos y garantías a las víctimas e imparta justicia.
Reclamaron la creación “de manera urgente” de una “casa refugio” para mujeres y disidencias que “se encuentren siendo atravesadas/es por las violencias y en estado de vulnerabilidad, que sea un refugio y acogida para las sobrevivientes de todo el suelo formoseño”.
Entre los pedidos también mencionaron la creación de una Fiscalía especializada en género, que atienda específicamente los casos de violencia de género hacia las mujeres, niñas y disidencias, con personal capacitado en perspectiva de género, en perspectiva de Derechos Humanos, en perspectiva de los derechos de las niñas y adolescentes, en perspectiva transfeminista y perspectiva interseccional.
“Nos urge la creación de la Comisaría de la Mujer, que sea una entidad independiente, con personal femenino especializado con las herramientas necesarias para dar asistencia, protección y contención a las mujeres y disidencias”, expresaron, agregando la creación de un registro formal de jueces, secretarias y empleados judiciales que hayan cumplimentado la actualización en la Ley Micaela y en Derechos Humanos.
“Es menester la formación y capacitación de directivos y docentes en Ley Micaela y ESI.
La real y efectiva implementacion de la ESI en los establecimientos educativos”, declararon también, además de exigir el cese la violencia institucional hacia las trabajadoras sexuales, como hacía las mujeres y disidencias “que a la hora de realizar una denuncia son estigmatizadas, revictimizadas y discriminadas”.
En el extenso documento, solicitaron también la inclusión laboral trans y del colectivo LGBT+, que se garantice el aborto legal y gratuito y justicia por víctimas de femicidio y violencia machista.
Violencia laboral
Las manifestantes denunciaron la reiteración de situaciones de violencia y acoso en el ámbito laboral que, con agresiones y hostigamiento psicológicos, vive la docencia de las escuelas privadas de la provincia, conformada en un 80% por mujeres: “Ninguneos, gritos, palabras ofensivas y denigrantes respecto del desempeño de las tareas, menoscabo a la dignidad personal, reproches y amenazas con pérdida del trabajo por razones de género o de salud”.
También “comentarios ofensivos sobre la vida privada o sobre la afiliación al Sindicato, avances sobre el tiempo de descanso docente con sobrecarga de horas de trabajo, limitaciones al ejercicio de la autoridad docente en pos de la satisfacción de las familias consideradas clientes, corriendo el eje de la pedagogía al mercado, son algunas de las formas de violencia laboral que padece la docencia de las escuelas privadas”.
Denunciaron, asimismo, “la debilidad de los organismos del Estado, que deben velar por relaciones de trabajo dignas y libres de violencias, para asumir su función de hacer cumplir la normativa vigente”.
“Nos plantamos frente al Poder Judicial para exigir Justicia por todas las hermanas que ya no tienen voz porque se la arrebataron, les truncaron las vidas y los sueños. Estamos aquí por Lucía Juárez, Cinthia Morán, Daiana Soledad Samana, Fátima Belén Barrios y por todas”, exclamaron las manifestantes.
Agregaron que “no vamos a permitir más fallos patriarcales, misóginos; no tendrán más la comodidad de nuestros silencios, vamos a dar la lucha en busca de Justicia por todas, no queremos, no aceptamos una justicia que excuse a los femicidas dándoles impunidad. Si la Justicia es machista, la memoria será siempre feminista. Bregamos por una vida libre de violencias para todas/es, una vida más justa, sin mandatos e imposiciones machistas, porque nos merecemos vivir, ser libres, autónomas, respetadas, valoradas, desendeudas”.