Referentes de cinco comunidades del pueblo Nivaclé en Formosa presentaron este sábado ante el Instituto de Comunidades Aborígenes (ICA) las documentaciones exigidas por la ley para poder ser reconocidos como la cuarta etnia en la provincia, y sumarse así a los Qom, Pilagá y Wichí, que cuentan con representantes ante el organismo provincial.

Los representantes de las cinco comunidades Nivaclé que habitan distintos lugares de la provincia estuvieron acompañados por el referente de la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo (APCD), Leonardo Dell’Unti, quien asesoró a los dirigentes comunitarios a cumplir con todos los pasos legales y administrativos para poder realizar la presentación.

El reconocido activista por los derechos indígenas, que por muchos años acompañó la labor del ya fallecido sacerdote Francisco Nazar en el Oeste formoseño, explicó a La Mañana que son cinco las comunidades Nivaclé que están viviendo actualmente en distintos lugares de la provincia. Recordó que estos pueblos indígenas eran nombrados anteriormente como chulupíes.

Dijo que son alrededor de 650 personas que viven en comunidad, las que han podido completar los papeles que les exige el Registro de Comunidades Aborígenes de Formosa (RECAF), y este sábado bien temprano sus referentes se presentaron en la sede del ICA en esta ciudad para presentar las documentaciones y así ser reconocidos oficialmente como otra etnia en la provincia.

“Ellos realizaron sus asambleas y tuvieron que generar las pautas de organización que les exige el decreto vigente en la provincia, y ahora trajeron los papeles para presentarlos al ICA”, comentó.

Dell’Unti hizo notar que se trata de “un paso muy importante que están dando al pedir su reconocimiento” y recordó que varias de estas comunidades ya han sido visitadas por el vicegobernador Eber Solís e incluso por el propio gobernador Gildo Insfrán.

Son cinco comunidades asentadas principalmente en los departamentos de Ramón Lista y Bermejo, en las localidades de Algarrobal, Río Muerto (San José), Guadalcazar, Lamadrid y Laguna Yema (San Miguel).

El referente de APCD, que también integra el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), indicó que la comunidad asentada en Lamadrid es la única que no tiene tierra comunitaria todavía, ya que las demás cuentan con precios “a partir de la ayuda de gente solidaria que ha contribuido a comprar mejoras para que puedan vivir allí”.

Recordó que el pueblo Nivaclé “está desde hace muchos años en la provincia, en la zona Oeste; nacieron en la zona del río Bermejo y hoy están concretando un anhelo de muchos años”.

Explicó que muchos de los integrantes de esta comunidad se encontraban indocumentados, por lo que tuvieron que regularizar su situación antes de realizar la presentación pidiendo su reconocimiento como cuarta etnia en la provincia.

Reveló que al no estar reconocidos oficialmente como pueblo indígena, “estos grupos estuvieron muchísimos años sin tener la posibilidad de acceder a un subsidio del Estado, y han sobrevivido a través del trabajo propio y construyendo su propia comunidad. Todavía no tienen escuelas ni centros de salud en su lugar, pero como esto es todo un proceso que recién se inicia, suponemos que esto se va a ir dando con el tiempo”, añadió.

“Es una lucha de muchos años”

Los diferentes referentes de las comunidades Nivaclé que acudieron al ICA solicitando el reconocimiento formal a ese pueblo originario destacaron que “desde hace muchos años venimos luchando por esto”.

Uno de ellos, Sergio Medina, dijo a La Mañana que por fin pudieron reunir todas las documentaciones para pedir su reconocimiento y reiteró que “muchas veces hemos luchado como pueblo para que nos reconozcan desde la provincia”.

Hizo notar que ninguna de las cinco comunidades cuenta con sala de primeros auxilios, ni escuelas ni viviendas, “por eso estamos luchando”.

Por su parte, Simeón Pérez, de la comunidad del Algarrobal, sobre la ruta 86 en el extremo Oeste, expresó su satisfacción por poder concretar este paso de presentar las documentaciones para su reconocimiento como etnia originaria.

Dijo que su comunidad, situada a unos 600 kilómetros de la capital provincial, cuenta con unas 20 familias, integradas por unas 80 personas.

“La verdad es que hay muchas cosas que se necesitan, porque no tenemos viviendas, no tenemos caminos, y gracias al Gobierno ahora tenemos agua para nuestra gente”, comentó.

“Yo nací en Argentina, siempre estuvimos en Formosa, por eso estamos reclamando. Y ya son tantos años luchando para que nos reconozcan”, enfatizó Simeón.

Por su parte, Florentina Rivero, del paraje San Miguel, en Laguna Yema, contó que en su comunidad “somos 41 familias, con 112 personas en total, y venimos acá con mucha esperanza de que esto tenga un buen resultado y que el Gobierno nos reconozca”.

Finalmente, Julio García contó a este Diario que pertenece a la comunidad de Lamadrid, donde viven unas 28 familias Nivaclé, y habló de las dificultades que enfrentan “por el tema del agua y para poder tener electricidad”.