Las emociones no son ni buenas ni malas, son necesarias. E-motions (emoción) significa energías que nos predisponen para la acción, asegurando la supervivencia.
Las emociones orientan nuestro comportamiento con el objetivo de garantizar supervivencia bienestar. Mediante el autoconocimiento aprendemos a integrar la inteligencia cognitiva y la inteligencia emocional para vivir mejor.
Cada una de las emociones tiene un fin determinado y tiene tres funciones:
- Adaptativa: Prepara al organismo para la acción, facilita la conducta apropiada a cada situación.
- Motivacional: Determina la aparición de la conducta motivada para dirigirnos hacia determinada meta.
- Social: Permite a las personas predecir el comportamiento que vamos a desarrollar y a nosotros el suyo.
Tienen 3 componentes:
- Cognitivo psicológico: La forma en la que procesamos la información, los estímulos y a la forma en ese procesamiento nos influye a la hora de hacer frente a diferentes situaciones.
- Fisiológico: Los cambios que ocurren de forma involuntaria en el sistema nervioso autónomo y endocrino. Estos cambios generan variaciones en el ritmo de la respiración, en la presión sanguínea, en el tono muscular, dilatación de las pupilas, etc.
- Conductuales: Reflejan la emoción en el exterior: el tono de voz, los gestos corporales, las expresiones faciales, etc.
Debemos aprender 3 cosas:
- Percibir: Reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué sentimos, ponerle nombre a la emoción.
- Comprender: Integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento.
- Regular: Dirigir las emociones tanto positivas como negativas de forma acertada y eficaz.
Las emociones se clasifican en:
- Primarias: Estas emociones son expresiones innatas con una función adaptativa, permiten que reaccionemos de un modo rápido y concreto ante la aparición de ciertos estímulos.
- Secundarias: Las emociones secundarias varían en función del aprendizaje y la experiencia de cada persona, surgen a partir de las emociones primarias, y enriquecen a éstas.

Emociones Primarias:
Miedo: Función adaptativa de PROTECCIÓN.
Funciona como una alarma, activa nuestra vigilancia, incrementa la precaución, hace que nos protejamos. Expresa la anticipación de una amenaza o peligro, produce ansiedad (miedo anticipatorio) incertidumbre, inseguridad. Nos predispone para huir, atacar, defendernos, o pasar inadvertido.
Sorpresa: Función adaptativa: EXPLORACIÓN. Orientación. Ocasiona sobresalto, asombro, desconcierto. Invita a centrar la atención ante un estímulo inesperado para saber qué pasa y afrontar la nueva situación.
Asco: Función adaptativa: RECHAZO. Provoca disgusto, asco; invita a alejarnos del objeto que nos produce aversión, nos empuja a expulsar, rechazar o alejarnos de algo nocivo, nos protege de enfermedades, contagios, productos venenosos.
Rabia/ira/odio: Función adaptativa: AUTODEFENSA. Autoprotección. Invita a poner límites cuando alguien vulnera nuestros valores, cuando alguien interfiere en nuestros propósitos o integridad.
Tristeza: Función adaptativa: REINTEGRACIÓN.
Nos motiva hacia una nueva reestructuración personal, reconstruyendo nuestros recursos para conservar energía, es una llamada de auxilio frente a la perdida, o circunstancias dolorosas.
Alegría: Función adaptativa: AFILIACIÓN. Reproducción.
Provoca una sensación de bienestar, de seguridad y genera actitudes positivas, optimiza la apropiada respuesta cognitiva, la creatividad, la memoria, el aprendizaje, mejora lazos sociales, ayuda en la superación del miedo.
Las emociones secundarias:
Amplían las primarias, están influidas por el pensamiento y la interpretación, por ejemplo, el miedo puede dar lugar a la incertidumbre o a la preocupación; el asco, al rechazo; la alegría al entusiasmo; la ira al enfado; la sorpresa al desconcierto; la tristeza al pesimismo o a la culpa; etc.
Culpa: Es sentir vergüenza ante sí mismo, y de no ser suficiente.
Vergüenza: Sentimiento negativo acompañado de deseo de esconderse ante la posibilidad de que los demás vean alguna falta, carencia o mala acción nuestra, o de algo que debería permanecer oculto.

Orgullo: Hay dos tipos.
El orgullo sano: sentimiento positivo de respeto hacia uno mismo.
El orgullo malo: cuando la conciencia de lo que uno vale va acompañada de altivez y desprecio hacia otros.
Envidia: Sentimiento de malestar, rabia o tristeza, ante el bien de otra persona, deseando que pierda ese bien.
Indignación: Emoción negativa causada por situaciones consideradas injustas.
Admiración: La percepción de algo o alguien extraordinario, provoca un sentimiento de aprecio.
La funcióninstintiva que tienen las emociones puede verse afectada por variables personales de cada uno de nosotros en función las creencias, expectativas, aprendizajes o formas en las que procesamos la información que nos rodea, del cómo se interprete dicha situación, o las expectativas que tengamos, y dependerá el que surja alguna emoción positiva o negativa.
Utilizar las emociones de manera que nos ayuden a gestionar adecuadamente nuestros pensamientos, tener acciones y conductasque garanticen la vida y realización.
“No nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”. (Epícteto)
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.