En fríos intensos como el de hace unos días o en jornadas calurosas como la de ayer, los animales en situación de abandono sufren problemas de salud que las asociaciones proteccionistas atienden con sus propios recursos, con voluntarios que pagan las prestaciones veterinarias de su bolsillo o a través de actividades para recaudar fondos.

“Trabajamos ‘a pulmón’”, dijo a La Mañana Valeria Raymundo, de “Narices Frías”, y comentó que “en estos días de mucho calor, hemos tenido animales con ‘bicheras’, enfermos, y realmente cuesta mucho comprar los insumos porque están muy caros”. Estas “bicheras” son comunes en el verano, pero como hubo varios días de intenso calor, el problema ya comenzó a verse.

Otra parte importante de su tarea es alimentar a los “comunitarios”, como se conoce a los animales que están en la calle. En este sentido, la voluntaria contó que hay personas que ayudan a comprar el alimento o lo donan. Además, hizo una aclaración: “los perros que se ven en la calle son abandonados, porque son de alguien que los dejó”.

Narices Frías inició su actividad como asociación hace ocho años, pero Valeria ya sentía amor y compasión por los animales desde muy pequeña. Como voluntaria comenzó en otra asociación, Patitas, cuando la actual directora de Zoonosis de la Municipalidad, Beatriz “Kita” Segovia, la invitó a ayudar a unos animales que estaban en el agua durante una inundación. Desde ese momento, no paró.

“La tarea es muy amplia y no tiene horarios”, remarcó, y comentó que recientemente se debió brindar asistencia a un perrito un domingo a la noche: lo curaron y le dieron medicación, aun cuando “cuesta conseguir una veterinaria en ese momento”. Agregó que las asociaciones ayudan aun cuando el animal tiene dueño, porque muchas veces esas familias no pueden afrontar los gastos de un tratamiento para su mascota.

Redes

Para Raymundo, las redes sociales son la principal herramienta que tienen para conseguir ayuda, porque de lo contrario, no podrían reunir el dinero que necesitan para pagar las atenciones y medicamentos. Mucha gente cree que con las asociaciones, la veterinaria es gratis, pero no es así.

“Tenemos que pagar”, ratifica la voluntaria, y es por eso que en las redes publican los animales que llevan a ser atendidos, las veces que se lo hace ver con el profesional y cuánto dinero cuesta. Ante esto, hay personas que colaboran de manera permanente y otras en casos puntuales.

Valeria afirma que todos, en algún momento, son voluntarios, aunque de manera organizada hay siete asociaciones que hacen de la asistencia a los animales un verdadero apostolado las 24 horas de los siete días de la semana. Aun así, “no dan abasto” para hacer frente a la situación.

En este sentido, valoró que la Municipalidad capitalina, desde la gestión de Jofré, “se involucró” en la problemática al aportar las castraciones gratuitas, que “tanto hacían falta” porque el control de las poblaciones animales urbanas depende justamente de estas esterilizaciones.

De todos modos, insistió en que todas las asociaciones necesitan ayuda, porque a veces consiguen el dinero necesario, pero otras veces no. Sólo el mes pasado, Narices Frías pagó 250 mil pesos en veterinarias. “Gracias a Dios, la gente colabora, pero estaría bueno que el Estado se involucre”, concluyó.

Para ayudar, los interesados pueden comunicarse a través de la página de Facebook Narices Frías Formosa.