La Unidad Transfusional del Servicio de Hemoterapia del Hospital de la Madre y el Niño se trasladó hasta la plaza San Martín en la jornada de este viernes y llevó adelante una colecta de sangre, como parte de las actividades de cierre por los 46 años que cumplió el nosocomio el 4 de agosto.
La responsable del Servicio de Hemoterapia del Hospital de la Madre y el Niño, hematóloga infantil Marcela Corrales, comentó a La Mañana que por cada donación de sangre se salvan cuatro vidas, y anticipó que esta colecta es el puntapié de otras que se harán en diferentes sectores de la ciudad.
“Lo que buscamos es contar con mayor número de voluntarios. Después haremos un cronograma con el resto de las postas de donantes que tenemos a lo largo y ancho de la provincia”, expresó.
Afirmó que la demanda siempre es alta y explicó que se trabaja en red, con un Banco Provincial de Sangre que concentra todas las unidades, fraccionadas en hemocomponentes y redistribuidas según las necesidades en cada posta de donantes de las instituciones hospitalarias.
“Siempre es importante tener donantes y queremos incrementarlos y no donar solamente cuando necesitamos o un familiar o amigo lo requiera. Apuntamos a que el acto de donar sea una práctica periódica para que nuestra sangre continúe siendo segura y oportuna”, agregó.
La colecta se extendió hasta el mediodía y por la tarde, de 16 a 18 horas se desarrollaron actividades de promoción para derribar los mitos que rodean ala donación voluntaria, que concluyó con una clase de zumba.
Explicó que pueden ser donantes las personas entre 18 y 65 años que gocen de buena salud, pesar 50 kilos o más, esperar 12 meses del último tatuaje, piercing, sesión de acupuntura o transfusión y no tener enfermedades como el VIH.