La licenciada en Nutrición, Pamela Saliva, consideró que es tiempo de desterrar mitos acerca de la alimentación y, en tal sentido, consideró que la buena alimentación no pasa necesariamente por lo económico, sino por una planificación alimentaria familiar que comienza a la hora de comprar los productos.

En diálogo con La Mañana, la licenciada Saliva comentó que cuando una persona decide acudir a una profesional nutricionista para comenzar a cambiar sus hábitos, la primera pregunta es: ‘¿Resigno todo y solamente acaparo una parte de la alimentación o trato de realizar lo que se llama planificación alimentaria familiar?’”.

Explicó que a través de esa planificación, “podemos establecer prioridades al momento de realizar las compras y de esa manera ver qué podemos hacer con los recursos que tenemos. Para ello hay que tener una lista adecuada de precios y anotados los lugares adonde comprar y empezar a conocer qué tipos de alimentos voy a tener en la mesa familiar que me aporten nutrientes”.

Dijo que otra medida a tomar para una buena planificación alimentaria es establecer menúes, “por supuesto teniendo en cuenta la disponibilidad de alimentos, que es un recurso que está costando hoy día, y por supuesto la disponibilidad económica”.

Acerca de este punto, Saliva sostuvo que el tema económico es relativo en esta cuestión, “porque muchas veces se termina comiendo mal en sectores que más posibilidades y recursos tienen”.

Comentó, además, que muchas veces se resigna la compra de frutas y verduras “porque se cree que comer saludable significa un costo elevado económicamente y, sin embargo, todos los días hay una gaseosa en la mesa familiar. Es el ejemplo que doy, comer saludable no siempre pasa por lo económico, y también hay que evitar productos industrializados y recurrir a los productos más naturales. Tenemos que volver hacia atrás, a lo que hacían nuestras abuelas, volver a lo casero”, expresó.

Comentó que todo esto se enseña y se habla en la consulta nutricional y que forma parte de una educación en tal sentido. “Muchas familias no se dan cuenta que tener gaseosas en la mesa o productos empaquetados, industrializados, sale mucho más caro que aquellos alimentos naturales o caseros”, apuntó.

También consideró necesario, “y se lo digo a muchas familias”, acudir a las huertas, “ya que si no alcanza lo que dan los comedores barriales o escolares, tratemos de adecuar lo poco o mucho que tengo en cuanto a la economía familiar, y para ello ayuda tener una pequeña huerta, haciendo una lista de compra, teniendo nuestras prioridades o preferencias”.

En tal sentido, hizo notar que la planificación a la hora de comprar es fundamental para alcanzar una alimentación saludable. “Es importante tener una lista de compras, porque muchas veces vamos al supermercado y compramos cosas que no son necesarias”, indicó.

“Otra cosa muy importante es empezar a establecer porciones para cada uno, porque eso también ayuda mucho a la economía familiar. Es parte de la educación nutricional, ver qué porción me corresponde para tratar de no cocinar de más y que no queden desperdicios”, añadió la licenciada Saliva.

En distintos tramos de la entrevista con este Diario, la nutricionista insistió en la necesidad de “volver a la comida casera” y a elaborar algunos productos alimenticios en la propia cocina hogareña.

“Debemos cambiar los hábitos”, sostuvo y remarcó que “nuestra alimentación empieza en el momento de la compra, porque muchas veces alimentarse en forma saludable consiste en la realidad a lo que yo puedo realmente acceder para alimentarme, y si elijo alimento industrializado o elijo lo casero”.

Más adelante, la profesional pidió tener mucho cuidado en el uso de la información que aparece en las redes sociales, “porque lo que recomiendan o informan ahí no es lo mismo para todos. Hay que tener en cuenta la base científica de todo lo que se publica, por eso hay que tener cuidado”, advirtió.

Saliva reconoció que lleva tiempo crear conciencia y nuevos hábitos, así como hacer una adecuación alimentaria y desterrar mitos acerca de la alimentación. “Se cree que comer saludable es comprar sólo productos dietéticos o light, que están sí o sí en el supermercado. Mejor vamos a lo natural y la reorganización de la alimentación, tenemos que partir de ahí”, aconsejó finalmente.