El licenciado en administración y contador público, expresidente del Grupo Banco Provincia (BAPRO) y exdirector ejecutivo de la Agencia Recaudadora de Buenos Aires (ARBA), Santiago Montoya, aseguró que la economía argentina se mantiene estancada desde el 2011 y señaló que el crecimiento sólo llegará cuando se solucionen problemas estructurales.
En una entrevista con La Mañana, el dirigente y consultor habló de la inyección de dinero que anunció el Gobierno nacional que introducirá al circuito económico para dinamizar el consumo, los créditos hipotecarios a tasas subsidiadas, la generación de empleo, la inflación y las elecciones legislativas.
LM: ¿Qué piensa de la realidad económica del país?
SM: Macri no la tuvo fácil porque había muchas cosas por corregir. Cuando un país pierde la capacidad de producir riqueza y generar nuevos empleos, preocupa, y eso viene ocurriendo desde el 2011 en la Argentina. No hay crecimiento económico. La Argentina aparece como el segundo país del planeta por su índice inflacionario cuando asumió Macri. Los desequilibrios se acumularon en el gobierno anterior, por más que no resulte simpático reconocerlo. A la gente, al trabajador se lo trató de ayudar con numerosas medidas, que cuando son transitorias son sustentables pero que si se las mantiene en el tiempo y son masivas se hacen más difíciles de sostener. No fue una herencia sencilla.
LM: ¿Qué lectura hace de los 17 meses de gestión de Mauricio Macri como presidente?
SM: Al Presidente nuevo lo que le tocaba al asumir era mucho más que comentar los problemas, sino frenarlos y tratar de resolverlos rápidamente.
Discrepo con el arranque inicial que tuvo. Entiendo que salir del cepo tan rápido no implicó una corrida hacia el dólar, pero donde no fue un éxito es que ningún analista económico reconoció que en la inflación del año pasado hubo unos seis puntos que se deben a un diagnóstico incorrecto al momento de estimar que los precios de la economía ya tenían el dólar blue incorporado. Al salir tan rápidamente del cepo, incluso antes de las paritarias de marzo del año pasado, se generó un salto en el nivel de precios y pegó al bolsillo de la gente. Desde ahí la economía ya recibió un impacto y después en las rondas salariales se empiezan a acumular presiones inflacionarias, además de las cuestiones tarifarias. Ahí se generó un cóctel complicado, con estancamiento, porque el país no crece con más inflación. El diagnóstico inicial y las medidas iniciales fueron un éxito en algunos puntos, pero no sé si fueron la mejor estrategia en términos de toda la macroeconomía.
LM: El Presidente ya visitó España y ahora Holanda en busca de inversiones.
SM: Está bien lo que hace el Presidente, porque las inversiones son las que pueden sacar a la economía argentina de este letargo en que se encuentra. Ahora, ¿las inversiones no vienen porque faltan más relaciones internacionales o porque hay situaciones internas irresueltas en el país? Siempre es bueno promover inversiones y conectar al país con el mundo. Pero entiendo que la principal traba para que las inversiones no lleguen más rápido es por la problemática interna macroeconómica y política, la inestabilidad y la falta de reglas claras de juego, la situación tarifaria. Eso desalienta las inversiones. Hay que acomodar nuestras cuestiones internas. Las inversiones van a llegar pero no en forma masiva si no se modifican estas cuestiones. Hay que resolver problemáticas inflacionarias, fiscales y políticas de tipo estructural.
? NOTA COMPLETA EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA DEL 29/03