Según medios informativos del Nordeste argentino, la enfermedad de manos, pie y boca despertó alertas en distintas provincias del NEA, ya que se observa un fuerte brote de casos en niños pequeños. También se detectan algunos cuadros en adultos jóvenes, pero en una menor cantidad. Se trata de una patología causada por el adenovirus y el enterovirus, que se transmite a través de secreciones, el contacto entre personas y de otras maneras.

En lo concerniente a este tema, la doctora Alejandra Bontcheff, integrante del Comité Nacional de Infectología Pedriátrica de la Sociedad Argentina de Pedriatría, aseguró a La Mañana que en la actualidad se están registrando en Formosa varios casos de este mal, pero subrayó que se trata de “una enfermedad, en general, benigna, que se autolimita, con una duración máxima de 10 días” y que afecta principalmente a niños de hasta cinco años de edad.

“En este momento del año, que es bastante atípico, estamos teniendo ‘brotes’ no sólo en el Norte argentino sino en todo el país. Estoy en contacto con diferentes infectólogos del país y todos estamos hablando de lo mismo. Esta enfermedad suele aparecer en la Primavera, pero este año estamos teniendo un comportamiento atípico y la estamos teniendo en otoño. Realmente hay muchos casos. Los pediatras estamos viendo y atendiendo bastantes casos durante toda la semana, pero con buena evolución. La enfermedad suele comenzar con una fiebre durante dos o tres días y luego aparecen las lesiones, que son características”, explicó Bontcheff a este Diario.

“Como no es una enfermedad de notificación obligatoria de Epidemiología, el número de casos no está tan cuantificado y no podemos decir la cantidad de casos que tiene cada provincia. Pero se está teniendo un ‘pico’ de esta enfermedad en este momento del año”, planteó.

En este sentido, especificó que las lesiones más frecuentes de esta enfermedad son pequeñas ampollas o granos “que suelen aparecer alrededor de la boca”, en las palmas de las manos, en las plantas de los pies y, en algunos casos, en la garganta, en “todo lo que sea dentro de la boca”, lo cual puede resultar “doloroso”; y añadió que las lesiones también pueden aparecer en los alrededores de los pañales, en el caso de aquellos niños y niñas que usan esas prendas.

A continuación, la experta dijo que por las características de las lesiones y por la forma en la que se extienden en diferentes partes del cuerpo, esta enfermedad suele ser confundida con otros cuadros típicos de la infancia, como la varicela.

No obstante, aclaró que es una enfermedad “bastante frecuente” en la infancia y que no estuvo visibilizada en los últimos años debido a la pandemia de COVID-19; y detalló que “se transmite por contacto directo entre niños y otras personas, y a través de la secreción de microgotas que salen de la nariz del paciente, cuando tose o estornuda”.

También indicó que este mal puede llegar “a través de la saliva” y de “las ampollas” que salen de la piel de quienes presentan este cuadro, al igual que por medio de las manos, debido a que esta enfermedad también se transmite a través de las heces, por lo cual “con el cambio de pañales y el no lavado de manos, la enfermedad puede pasar de niño a niño”.

Asimismo, señaló que por estos motivos suelen aparecer “brotes” de esta enfermedad en guarderías y en jardines maternales, y reveló que este mal no cuenta con vacuna ni con un “tratamiento antiviral específico”, aunque expuso que se trata de un cuadro que se suele detectar “en la primera infancia” y que luego “no se repite”.

En paralelo, mencionó que el tratamiento de la enfermedad es “sintomático”, con reposo e hidratación. “Es fundamental que el paciente no concurra al jardín de infantes o a la escuela, para evitar el contagio, que se produce mientras se mantiene la fiebre y en la medida en que las ampollas sigan existiendo. Cuando las ampollas se convierten en costras, ya no contagian más”, acotó.

Por lo expuesto, la profesional remarcó que se puede prevenir esta enfermedad a través de la higiene de manos y también evitando el contacto del enfermo con otras personas. “Hay chicos que suelen tener las manos sucias, lo cual puede hacer que una persona se sobreinfecte y se complique. Es muy importante mantener las manos limpias y las uñas cortas, para evitar complicaciones”, manifestó Bontcheff.

“Alerta” del Ministerio de Salud por la hepatitis en niños

Los casos desconocidos de hepatitis continúan preocupando a organizaciones y médicos por sus efectos en niños. Hasta el momento, al menos 20 países notificaron casos, Argentina entre ellos, y otros 13 lo tienen en estudio. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron que hubo “avances importantes” en la investigación de los casos; y durante el fin de semana se conoció que la revista científica “The Lancet” publicó un estudio que vincula a este mal con el coronavirus.

En lo referente a este tema, la doctora Alejandra Bontcheff aseveró que apareció un “pico” de casos de hepatitis en niños de origen desconocido, y que en la actualidad “se está estudiando el vínculo” de esos cuadros con el SARS-CoV-2 y con el adenovirus; y remarcó que para prevenir cuadros de hepatitis, es necesario vacunar a los niños contra las Hepatitis A y B, mantener la higiene de manos y consumir agua potable.

“Lo que se observa en la actualidad no es algo propio de ninguna de las hepatitis que ya son conocidas. En la Argentina, hasta el momento, hay sólo dos casos sospechosos, en los cuales no se confirmó la existencia de ninguno de los dos virus mencionados. En uno de los dos casos, un chico de la ciudad de Rosario, el niño fue trasplantado, y estaría teniendo una buena evolución”, relató.

Sin embargo, la profesional dijo que el Ministerio de Salud de la Nación envió “un alerta” para que ante todos aquellos casos de hepatitis que aparezcan, se envíen muestras al Instituto Malbrán, para poder estudiarlas.

“Con la inclusión de la vacuna contra la Hepatitis A en el Calendario, ya no estábamos teniendo casos de hepatitis infecciosas por virus de la Hepatitis A en los niños. Entonces, ante cualquier cuadro de hepatitis, es importante alertar y saber que hay que estudiar un poco más profundamente cada caso, por lo cual es necesario denunciar cada caso a Epidemiología, para que se tomen las muestras correspondientes. Pero todavía no podemos establecer el origen de la nueva hepatitis”, agregó.