El neumonólogo José Manuel Viudes, del Hospital Italiano de Buenos Aires, señaló que la variante Ómicron del COVID-19 “podría ser una amenaza mundial por su alta contagiosidad”, pero que por el momento se sabe que sólo produce síntomas leves en los pacientes vacunados con esquemas completos. Por eso instó una vez más a aplicarse incluso la tercera dosis para hacer frente a este nuevo escenario epidemiológico.

En su diálogo con La Mañana, el médico describió a esta nueva variante como la consecuencia de una mutación selectiva en un mismo organismo, con distintos linajes virales. “En términos médicos, Ómicron es consecuencia de mutaciones muy selectivas dentro de un mismo organismo con distintos tipos de linajes virales. El primer caso era paciente inmunosuprimido porque tenía HIV, y que no estaba vacunado contra el coronavirus, tuvo un virus en su cuerpo, lo incubó y no lo mató, luego contrajo otro y de este esquema salió una combinación que se fue transmitiendo en otras personas”, explicó.

Lo que mayor temor genera en todo el mundo es el desconocimiento sobre su comportamiento viral en personas no vacunadas o con esquemas incompletos. “Por ahora, la gente que tuvo la Ómicron y fue estudiada tenía dos dosis de las vacunas Pfizer o AstraZeneca; entonces lo que se ve es la infección leve en pacientes vacunados”, aclaró.

Contagiosa

"Lo particular de esta cepa es lo que ocurrió en Hong Kong con los primeros contagiados, que solamente compartieron un piso de hotel sin haber tenido contacto entre ellos en el desayuno, el ascensor o el almuerzo, porque hicieron seguimientos de cámaras y celulares en la investigación. Se estima que la infección o la transmisión viral se dio sólo en un pasillo, por un instante e incluso utilizando barbijos. Lo que da una primera información, que preocupa, de que es una variante súper contagiosa”, indicó.

En esta dirección, Viudes reconoció que hay dos razones que generan miedo en la comunidad científica y epidemiológica con la variante Ómicron: por un lado, los posibles efectos severos en personas no vacunadas; y por el otro, la posibilidad de expansión en el planeta a la par de la variante Delta.

Vacunas

Viudes rechazó fuertemente la idea de que quienes fueron infectados con COVID-19 ya no necesiten vacunarse. Comentó que un artículo científico publicado el 1 de este mes marca que no pueden relacionarse los beneficios que tiene vacunarse contra no vacunarse. Está demostrado que los anticuerpos caen “drásticamente” al cabo de seis meses, habiendo tenido COVID-19 o habiéndose vacunado.

Además, contó que los efectos colaterales post COVID en los pacientes que no tuvieron una vacuna, se infectaron y luego se reinfectaron, son 60% superiores. También mencionó que los pacientes menores de 65 años que tuvieron un cuadro grave –“que hoy sólo sucede en los no vacunados”- tienen un 260% más de posibilidades de tener eventos graves en los próximos dos años, con respecto a los que no tuvieron cuadros graves.

“En el país tenemos 700.000 adultos mayores que no se vacunaron aún. Hay 3 millones que han recibido una sola dosis y no han vuelto. Esta población que se resiste a la inmunización tiene una alta chance de sufrir daños severos con la infección. También hay que vacunar a los niños a partir de los 3 años porque se han dado casos graves, con secuelas graves como trastornos intelectuales, olfatorios y auditivos”, advirtió. En este sentido, ante muchas dudas sobre vacunar a los más pequeños, remarcó que con más de 2 millones de niños inoculados, no se ha reportado ni un caso de efectos colaterales graves ni muertes.

Sobre los adolescentes señaló que en principio deben tener las dos dosis, teniendo en cuenta que en el país sólo se les puede aplicar Moderna y/o Pfizer.

El médico indicó que los mayores de 18 años deberían completar el esquema con la tercera dosis de cualquiera de las vacunas que hay en la Argentina, especialmente quienes tienen comorbilidades. El problema, dijo, son los mayores de 40 años, para quienes “debería ser casi una obligación”. Este refuerzo, agregó, debería ser periódico hasta que termine la pandemia”, agregó.

Para la tercera dosis, señaló que es mejor que sea una combinación, por ejemplo, que se aplique AstraZeneca a quienes recibieron Sinopharm o Sputnik, porque este país fue pionero en demostrar que es incluso más efectivo que recibir tres aplicaciones de la misma plataforma. De todas maneras, insistió en que “la mejor vacuna es la que se tiene en el hombro”, para ilustrar que lo importante es completar el esquema con cualquier vacuna, ya que todas “son efectivas y seguras”.