Desde este miércoles rige el cobro a cuenta de Ingresos Brutos a comerciantes y trabajadores independientes por los productos que ingresen al territorio para la venta, según se informa en la pagina oficial de la DGR. La modalidad consiste en que se pague el 2% “a cuenta” del impuesto a los Ingresos Brutos sobre el monto de la factura de esos artículos al momento de su ingreso a la provincia, es decir antes de venderlos, y el 1% restante lo haría al mes siguiente.

Esta modalidad de cobro de impuesto ya rige en algunos departamentos de la provincia, pero desde ayer su aplicación se extendió a toda la provincia por igual. Esto volvió a generar rechazo en el sector comercial.

Fabián Hryniewicz, miembro de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (CAPyMEF), comentó a La Mañana que de un estudio de la CAME surge que aproximadamente el 48% del precio de un producto corresponde a la carga fiscal, es decir a los impuestos. En este marco, afirmó que todos ponen un esfuerzo, por ejemplo, absorbiendo esa carga tributaria sin trasladarla al precio final y resignando rentabilidad en sus actividades, pero el Estado “no lo hace”.

“La presión tributaria de ninguna manera contribuye a que esto se estabilice y bajen los precios. Si bien esta normativa ya está vigente desde la Resolución General N° 50/2020, tenemos el problema de qué hacemos con el crédito fiscal, porque al aplicarse desde ahora, los comerciantes ya estamos acumulando un crédito a favor del contribuyente con las retenciones que nos hacen a las ventas con tarjeta de crédito, a las transferencias bancarias, por los créditos y los débitos bancarios. Por lo tanto, este crédito fiscal, por efecto inflacionario, va perdiendo valor”, explicó.

Añadió que si no se logra resolver qué hacer con ese crédito fiscal, es por lo menos “inoportuna” esta resolución del cobro a cuenta.

Hryniewicz dijo entender el espíritu de esta normativa, que es controlar que los productos que ingresan a la provincia realmente sean legales, no vengan de procedencia ilícita y lleguen acompañados de su documentación de origen. Sin embargo, pidió entender que “a la situación pospandemia –que aún no termina, la seguimos sufriendo-, ya que la reactivación económica que se va dando paulatinamente no es lo suficientemente impactante para absorber este crédito que se va a ir generando”.

CAPyMEF había presentado una nota en septiembre para prorrogar la aplicación de esta medida –que iba a regir desde ese mes-, lo que finalmente se hizo hasta ayer. Ahora el empresario reconoció que prorrogar la aplicación “tres o cuatro meses” no va a resolver la situación. En cambio, dijo que hay que resolver la cuestión de fondo: qué hacer con el dinero a favor inmovilizado que queda en Rentas de la provincia.

Al respecto, agregó que esto no le conviene ni siquiera la Provincia, porque los montos que se paguen en concepto de ese 2% de adelanto es un dinero que queda congelado. No lo puede utilizar el comerciante que lo tributó ni tampoco el Estado.

El sector está tratando de ver cómo evoluciona esto e intentará conseguir una reunión la semana próxima con algún funcionario del Ministerio de Economía de la provincia para tratar un crédito fiscal negociable, como se hizo en algún momento. “Rentas nos daba unas estampillas que podíamos canjear por mercadería con algún colega que necesitara crédito fiscal y había una suerte de compensación y disponibilidad de ese crédito”, explicó.

Ahora buscan lograr, por ejemplo, algún cheque fiscal con el que pueda pagar bienes y servicios. Esto, agregó, le va a permitir también al Estado disponer de ese dinero inmovilizado.

Expectativas

Consultado sobre cómo ve el futuro del sector comercial, Hryniewicz dijo que siempre tienen esperanzas: “No creo que nadie que sea emprendedor pierda el pensamiento y la predisposición positiva de que todo va a mejorar. Obviamente hay un escenario económico internacional y nacional bastante complejo, hay muchas situaciones para las que aún no se encuentra el camino de solución. Pero esperamos que por lo menos en lo que es ‘de entre casa’ haya una pequeña reactivación con motivo de las fiestas que se avecinan”.

Deseó que “la nueva versión del virus no nos toque” y no obligue a tomar medidas restrictivas, “que en su momento fueron muy desagradables y han llevado al quebranto a muchos colegas”.