Tras haberse conmemorado ayer el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, cabe recordar que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, sigue afectando a numerosas personas a lo largo del planeta, a pesar de que se lograron avances de gran importancia en los últimos años. Por ello es recomendable tener en cuenta algunos datos, para contar con mayores precisiones acerca de los alcances de esta problemática.

Hace 40 años, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos publicaba en su boletín los primeros casos de lo que, posteriormente, se denominó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Dos años después, en 1983, los Laboratorios del Instituto Pasteur en París aislaban el agente infeccioso responsable de esta nueva enfermedad: el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

A lo largo de estas cuatro décadas, se calcula que cerca de 40 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA en todo el mundo. Además, conviven con el VIH unas 38 millones, todavía se infectan cerca de un millón anualmente y fallecen unas 700 mil por año.

De acuerdo a un conocido portal de chequeo de información pública, se estima que en la Argentina son 140 mil las personas que tienen el virus, aunque un 17% de ellas lo desconoce, según datos del último Boletín sobre el VIH, SIDA e ITS en la Argentina presentado por el Ministerio de Salud de la Nación con motivo del Día Mundial del VIH/SIDA.

En la actualidad, el 65% de las personas que conoce su diagnóstico se atiende en el sistema público de salud y más de 65 mil se encuentran en tratamiento antirretroviral en el mismo. Asimismo, por año se producen un promedio de 4.500 nuevos casos, diagnosticándose 2,4 varones cis con VIH por cada mujer cis con el virus. En cuanto a la oportunidad del diagnóstico, el 29,9% se realiza en una etapa avanzada de la infección: el 31,1% en los varones cis, 27,2% en las mujeres cis y 25% en las mujeres trans.

Por otro lado, la tasa de mortalidad por patologías asociadas al VIH, si bien tuvo importantes cambios en los últimos 10 años, continúa con la tendencia al descenso, ubicándose en 2,81 cada 100 mil habitantes en 2019.

A su vez, la principal vía de transmisión del VIH son las relaciones sexuales sin uso del preservativo (98%). Entre los varones cis, el 63% se infecta durante prácticas sexuales con otros varones y casi el 36% durante relaciones sexuales con mujeres cis.

Por lo expuesto, es imprescindible que la sociedad argentina en general y la formoseña en particular tomen los recaudos necesarios para evitar ser víctima de éste y otros virus que por diferentes motivos circulan en buena parte de la población. Así, la revisión de todas las conductas personales que puedan conducir al contagio es una de las acciones que se vuelven impostergables.

En síntesis, la prevención del VIH tiene que ser encarada con responsabilidad, dando prioridad a la protección antes que a cuestiones que develan una falta de formación no sólo para el cuidado personal, sino también para otros aspectos de la vida.