Hay actitudes humanas que resultan incalificables. En esa categoría podría encuadrarse el ataque verbal de un profesor contra un alumno de la EPES 14 de Comandante Fontana que se ausentó de una clase y viajó a Formosa para estar junto al diputado nacional electo por la Ciudad de Buenos Aires Javier Milei.
Lo primero que se percibe es la incongruencia del docente, un profesor especializado nada menos que en Filosofía, la disciplina académica que, como ninguna otra, trata de responder a una variedad de problemas fundamentales sobre la existencia y el ser, el conocimiento, la razón, la moral, la belleza, el valor, la mente, el lenguaje y hasta la religión. La filosofía occidental ha influido también sobre la política, pero nunca a contrapelo del librepensamiento o a favor del pensamiento único. Al contrario, es el campo más fértil para confrontar ideas, sin censurar ninguna.
Sin embargo, este profesor de Filosofía -con el que la autoridad educativa deberá tomar medidas- se encargó de amenazar a un estudiante porque éste decidió sumarse al grupo de personas que acompañó al dirigente liberal en su visita a Formosa.
Veamos algunas frases del audio intimidante recibido por el alumno: “Gildo te tiene controlado”; “si fuiste a joder con ese Milei, perdiste, chau”; “cómo un pobre trabajador va a andar rompiendo las bolas con esos oligarcas ahí”. ¡Increíble! ¡Inconcebible!
Lo máximo que podría caberle al joven simpatizante del libertarismo es un ausente por no haber ido a la escuela ese día. Sin retos, rezongos ni hostigamientos de parte de ninguna autoridad.
Los fanáticos/as, los/as extremistas y aun quienes vienen radicalizando sus posturas en el marco de la grieta política (libertarios y libertarias incluidos) deberían comenzar a revisar sus respectivas intransigencias y abrevar en las fuentes de la libertad de pensamiento.
No por nada se adoptó hace unos años el 20 de septiembre como el Día Mundial del Librepensamiento. Es víspera del Día Mundial de la Paz. Más allá de que esa fecha -u otra- sea aceptada o no por organismos oficiales, constituye un motivo pertinente de reflexión sobre el tema, como aporte para el reconocimiento de la dignidad personal y de la convivencia social armónica.
Este diario rechaza enfáticamente los excesos y los agravios verbales de Milei cuando, por ejemplo, denigra a quienes no piensan como él tratándolos de “zurditos de mierda”. Tampoco está de acuerdo con aquellos/as que lo declararon persona no grata y llamaron públicamente a echarlo de Formosa hace unos días. Y menos aun puede avalar la presencia de un “comisario” en el aula como este docente-militante que en lugar de enseñarles a pensar a sus estudiantes, se ocupa de perseguirlos y apretarlos por sus ideas políticas.
La historia nos enseña que la libertad -como todos los demás derechos conquistados- es el resultado de una larga y dura lucha, no un atributo otorgado graciosa y espontáneamente por la naturaleza. Es el fruto de una dialéctica permanente entre quienes se autoconsideran portadores de la “verdad absoluta” y los/as sometidos a la intolerancia y el autoritarismo.