Por Héctor Washington

Hoy, 10 de octubre, como cada año, se conmemora el Día Nacional de la Danza en homenaje a los bailarines del Teatro Colón que fallecieron en una tragedia aérea en 1971. La fecha, lejos de adquirir ribetes festivos, se orienta más al carácter celebratorio que le imprimen los fatídicos acontecimientos que le dieron origen e invita a un enfático llamado de atención a las autoridades competentes a legislar sobre este gran sector de trabajadores y trabajadoras del arte.

Así lo entiende el Movimiento Federal de Danza (MFD), que despliega en el día de hoy numerosas actividades a lo largo y ancho del país para insistir en el tratamiento del proyecto de ley nacional de danza presentado en el Congreso de la Nación ya el 29 de abril pasado por parte de la senadora nacional Norma Durango.

En vista de que la propuesta duerme aún en algún cajón de quién sabe qué paraíso burocrático, la campaña de este movimiento de trabajadores de la danza vuelve a insistir en su reclamo, ya que no ha sido puesto en tratamiento, a pesar de que -aseguran- “senadores/as de todo el arco político manifestaron su aval y apoyo en diversas reuniones, tanto presenciales como virtuales, realizadas en las distintas provincias con integrantes del MFD”.

La creación del Instituto Nacional de la Danza (INDA) es el eje vertebrador de la propuesta, un organismo de fomento que logre traccionar políticas culturales por parte del Estado para la danza, generando derechos para los y las trabajadoras del sector, con una visión federal e inclusiva.

Desde hace unos 11 años vienen presentándose de manera sostenida numerosos proyectos de ley en este sentido, tanto en la Cámara de Diputados como en Senadores, sin lograr hasta el momento el debate tan necesario en el recinto. Desde el MFD aseguran que el proyecto “cuenta con el aval de todo el bloque del Frente de Todos, pero no ha logrado aún ser puesto en tratamiento”.

En este sentido, y en el marco de este día, las organizaciones dancísticas llevan a cabo conversatorios, charlas, funciones y vivos en redes sociales, de manera tal de lograr visibilizar este vacío legal que supone arrojar a la precariedad laboral a numerosos trabajadores del sector.

“Señor ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer: necesitamos que se ponga en tratamiento el proyecto de ley nacional de danza”, es el mensaje que inunda las redes por parte de este colectivo de trabajadores y trabajadoras, con documentos interminables que se agolpan en los cajones de los escritorios de los funcionarios que se encargan de las decisiones importantes. O deberían.

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“La ley implica el reconocimiento, por parte del Estado, del trabajador/a de la danza y, de esa manera, ante la sociedad. La creación del Instituto Nacional de Danza permitiría mejorar la situación de precarización en la cual se encuentra la danza en todo el país, con políticas específicas destinadas a la danza, así como hoy lo tienen el teatro, la música, el cine. El principal objetivo de este proyecto es la creación del INDA, organismo de fomento que pueda poner en marcha políticas culturales de Estado para la danza, generando derechos para los y las trabajadoras del sector, con una visión federal e inclusiva. En este sentido, el proyecto incluye el hacer de todas las danzas que existen y las que puedan llegar a existir”.
NATALIA CARABAJAL - PROFESORA/COORDINADORA REGIONAL DEL MOVIMIENTO FEDERAL DE DANZA

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“Es importante y urgente que se apruebe el proyecto de ley de danza presentado en abril en el Congreso de la Nación porque permitirá implementar políticas públicas concretas para el sector de la danza, teniendo en cuenta sus particularidades y no enmarcándola en las generalidades de ‘artes escénicas’. La creación de un Instituto Nacional de Danza en el país aportaría para poder profesionalizar actividades de producción, creación, difusión, investigación, y poder dar trabajo a bailarines/as, coreógrafos/as, maestros/as. Además haría crecer la actividad independiente en cada provincia, sobre todo en las que no tienen Instituto de Cultura y políticas provinciales”.
FLORENCIA LEYES - PROFESORA/ COREÓGRAFA/COORDINADORA PROVINCIAL DEL MFD

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“Me parece importante que se apruebe la Ley Nacional de Danza porque hasta el momento no existe un marco legal que regularice el trabajo de los hacedores de este arte, en la que trabajan muchas personas en nuestro país; no sólo bailarines y docentes de Danza, sino también coreógrafos, investigadores, gestores y todos aquellos rubros que hacen que se haga posible una producción de danza. La ley establecería a la danza como un trabajo y, con esto, el derecho a trabajar de sus hacedores. La falta de dicha ley vulnera derechos a las personas que eligen dedicarse a la danza. La creación de un Instituto Nacional de Danza aportaría brindando posibilidades de fomento a la actividad. Al tener un presupuesto fijo, se podrían generar planes de ayuda económica para la danza, subsidios, becas, festivales financiados por dicho organismo y otro tipo de actividades para resguardar, fomentar y acompañar a sus trabajadores y a la actividad”.
JIMENA BAY - PROFESORA DE DANZA CONTEMPORÁNEA/ COREÓGRAFA

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“Urgente necesitamos que se ponga tratamiento el proyecto de ley nacional de danza presentado el 20 de abril de este año, porque va a dignificar nuestra actividad como trabajadores de la danza; lo que va a permitir la ley es poner en funcionamiento el Instituto Nacional de Danza. Esto va a dignificar nuestro trabajo. Desde que empezamos a hablar de que ‘danza es trabajo’, empezamos a hacer concientización de que todos aquellos que hacemos danza que vivimos de ella. Somos trabajadores/as y, como tales, necesitamos no sólo el reconocimiento sino también todos los derechos laborales que tiene cualquier trabajador o trabajadora. Para eso es importante la creación del Instituto Nacional de Danza, que es lo que promueve esta ley para empezar a generar un circuito de obras de danza para que la gente pueda consumir danza, líneas de investigación, porque la danza no es solamente bailar sino también hay todo un contexto teórico-práctico que investigar. Todo eso es fomentar trabajo en términos económicos también, en términos de derechos laborales. Todo coreógrafo, bailarín o docente debe tener una remuneración por el trabajo que hace, y eso también debe estar respaldado por las leyes”.
ROCÍO LENSCAK - PROFESORA

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“Esto es una lucha que tiene un recorrido de 11 años. Venimos luchando porque somos trabajadores de la danza y queremos ser reconocides como tal. Necesitamos un organismo de regulación y fomento que beneficie a todas las danzas que ya existen y las que se creen en un futuro. Necesitamos políticas públicas específicas para el sector. Por eso es importante la aprobación de una ley que impulse la creación de estos organismos. Es importante porque llevaría adelante programas de desarrollo económico, artístico y social. Como no contamos con un instituto de fomento, las políticas para la danza se aplican desde programas estatales que no están diseñados específicamente para el sector y suelen ser insuficientes. Necesitamos un instituto que nos brinde subsidios y becas, ya sea para mejorar espacios donde se den talleres, seminarios o espectáculos escénicos, para crear una obra, un festival o para financiar investigaciones. El INDA es necesario y urgente para concretar el fomento, la promoción, difusión y preservación de la danza en todo el país, en sus diversos géneros y manifestaciones”.
MARIANA RÍOS - BAILARINA/PROFESORA/COREÓGRAFA/INVESTIGADORA