Según el neumonólogo Vicente Llanes, durante la primavera los casos de alergias en la población aumentan entre 20 a 30% más que otras estaciones del año, ocasionados en su mayoría por reacciones a factores ambientales que están relacionados a la floración de los árboles y la aparición de polen y otras sustancias que afectan las vías aéreas y los pulmones.
“En Formosa del 18 a 20% de la población total sufre algún tipo o episodio de alergia. Pero en esta época del año, con la llegada de la primavera, las consultas por casos de reacciones alérgicas aumentan un 20 a 30% más que otros periodos estacionales, en gran parte, con manifestaciones que se presentan en la piel y las vías aéreas superiores, nariz y boca, y también las inferiores, como los pulmones y bronquios.
En algunos casos, estas alergias si no tienen un tratamiento oportuno y adecuado con medicación, que comienzan con estornudos reiterados y otros síntomas leves, pueden desencadenar en problemas mayores, desde intoxicación a nivel del hígado, inflamación en el área de la glotis, urticarias en la piel y broncoespasmo”, advirtió el especialista.
Las reacciones al polen, los ácaros, al cambio de temperatura, la floración de los árboles e incluso al pelo del gato u otras sustancias del ambiente, según Llanes, están generadas en el organismo de las personas a partir de dos condiciones, las predisponentes y las desencadenantes.
“La primera causa es cuando hay un antecedente en la familia con el mismo padrón alérgico, se a la mamá, el papá y los abuelos, con diferentes manifestaciones que no se pueden cambiar pero sí tratar. En cambio, están las desencadenantes en donde las personas con alergias no tienen ninguna conexión con familiar hereditario, y por lo general, en este grupo cuesta más encontrar la causa o el motivo de una reacción alérgica”, refirió.