La Mañana como medio de comunicación defiende las bases sobre las que se cimienta su propia existencia, la libertad de expresión y de prensa. Es por ello que ayer, durante la conferencia brindada por el ministro de Gobierno, Jorge Abel González, el jefe de la Policía de la Provincia, Walter Arroyo, y el subjefe, Cirilo Bobadilla, y ante la consulta volcada en nuestras redes sociales por parte de colegas de Radio Parque, Radio Fantasía y Radio Uno, quienes manifestaban que no les habían permitido ingresar, decidimos preguntar. De eso, está hecha la materia prima del periodismo, de preguntas.

El ministro aseguró desconocer el hecho y aprovechó la oportunidad para criticar nuestra línea editorial.

“Yo nunca tuve una actitud con ustedes -contestó al cronista desviándose de la pregunta- y lo que le expresé a la propietaria del medio es que en mi casa yo no permito que se hable de esa manera, ahora si en su casa se permite que se hable de esa manera y bueno…”, dijo en alusión a comentarios de usuarios realizados en las redes sociales de este diario en las transmisiones de las ya extintas conferencias de prensa que el ministro alguna vez consideró ofensivos. Pareciera todavía no comprender la diferencia entre las opiniones de la gente en el mundo digital de las expresiones del medio propiamente dicho, y el intento de este último por permitir que el público se exprese libremente. Sobre eso hay mucha tela para cortar y es material para otra columna.

Volviendo a su respuesta, esto no contrarrestó -para ser justos - cálidos recuerdos de nuestra presencia en la cotidianeidad de Formosa y su familia, a los que también hizo referencia. “(…) siempre respeté al Diario La Mañana. Como lector me parece que no está…porque La Mañana, en sus editoriales siempre nos dice lo que piensa… y en la contratapa, bueno ayer le dedicaron a TN toda la contratapa por eso era bueno que viniesen. Entre gallos y medianoche también nos dedica por ahí algunas cosas y yo creo que, para mi gusto… como lector, no como ministro de Gobierno, yo me acostumbré a leer el diario. De hecho, los visitamos con mi escuela allá hace tiempo y a lo lejos. Cuando mi mamá con su grado visitó el diario le regalaron un sellito con el nombre hecho en plomo. Tengo un cariño particular. En la casa de mi abuelo se compraba el diario todos los días y es una costumbre inevitable el diario papel”, rememoró.

Sin embargo, estuvo presente un deje de cuestionamiento con silencios que dicen más que las palabras: “Para mi gusto, de Jorge González, formoseño, nacido, criado, malcriado en Formosa, la línea editorial… mmm y bueno son los tiempos quizás… no sé, pero bueno, es un medio privado, dará su opinión”.

Como bien dijo el ministro, un medio por sus editoriales dice lo que piensa, así que aquí vamos. Creemos que disentir, cuestionar, informar y dar espacio a distintas voces, por más disonantes que estas sean, deberían ser práctica común y cotidiana en una sociedad que se precie de ser democrática. Nos parece que ayuda a la formación de ciudadanía y contribuye a mejores formas de convivencia donde el otro y su mirada, si bien distinta (o incluso por esa misma razón) es importante y hace a la construcción. Esperamos que así se entienda y por ello abogamos todos los días.

Finalmente, el funcionario reiteró que desconocía lo que pudo haber pasado con los medios que aseguraron que no los habían dejado participar de la conferencia y afirmó: “Ustedes están acá, preguntaron, les contestaron. No sé qué pudo haber pasado. La prensa partidaria capaz no habrá querido participar. Sinceramente no sé, pero bueno, así es la prensa partidaria siempre. Pero evidentemente los siguen usando a ustedes. Ya los usaron una vez, ahora los volvieron a usar”.

Con respecto a esto último, consideramos que si podemos ser instrumentos de un mejor y más participativo modo de vida y de ejercer el periodismo lo haremos con gusto. Pero sinceramente, no creemos que nos usen, creemos que nos leen. Y para nosotros que escribimos, esa es nuestra primera meta.