El sacerdote José María Di Paola, conocido como el Padre “Pepe”, de gran tarea pastoral en los sectores más vulnerables de la Argentina, estuvo en Formosa visitando el Hogar de Cristo, un lugar de acogimiento de personas con adicciones que lleva adelante la Iglesia Católica a través de la Pastoral de Adicciones, que tiene al sacerdote Mario Franco y la Hermana Lina como referentes.

Consultado por La Mañana, el Padre “Pepe” dijo que “el tema de adicciones es algo que hay que trabajar mucho en todos lados”, sobre todo en el Gran Buenos Aires, donde él está y “hay una población muy grande y bastante hacinamiento”.

“Creo que en el interior hay más ‘resortes’ de la vida, con más potencia para no caer en la droga; entonces, el trabajo preventivo creo que puede dar muchos frutos y el de recuperación también. Es como que se está más a tiempo”. Consideró que “hay una reserva moral o espiritual en el pueblo, en el interior, que hay que saber aprovechar”.

Respecto a la tarea en Formosa, destacó que el trabajo está creciendo y que los referentes locales del Hogar de Cristo “siguen con un compromiso muy serio; las propuestas que van llevando adelante se van cristalizando. Realmente son pasos que sirven porque son pasos pequeños, que se van dando cada día”, sostuvo.

En pandemia

El sacerdote marcó que el problema de las adicciones se vuelve cada vez más complejo, más aún en tiempo de pandemia, porque ésta ha llevado a los adolescentes y jóvenes a tener menos actividades.

Esto ocasionó que las adicciones hayan crecido en todo el país. Ante esa realidad, llamó a mirar con esperanza y organizarse “para que todo sea diferente”, comenzando con una tarea mancomunada”.

Di Paola marca como base fundamental “las tres C”: capilla, club y colegio. Que cada barrio tenga esas instituciones sólidas que trabajen en común, que trabajen sabiendo que se complementan y le van dando a un niño, un adolescente, un joven, la posibilidad de crecer con valores y de forma positiva, aunque a veces en ese barrio haya situaciones adversas.

Responsabilidad de la sociedad

“Es muy importante el compromiso de la sociedad civil”, dijo el Padre Pepe. Señaló que existe una responsabilidad que “sin duda siempre” ejerce el Estado, pero hacer que todo dependa del Estado “es un poco lavarse las manos”.

“Yo creo que nosotros, desde donde estamos como Iglesia, como lo está haciendo el padre Mario, como está haciendo la Hermana Lina y otros tantos, habla del compromiso de la Iglesia. Las escuelas también”, remarcó.

Agregó que una capilla “es mucho más que la misa y que la catequesis”, sino un lugar de contención, que una escuela es un ámbito en el que se pueden detectar situaciones por el tiempo que pasan los niños, adolescentes y jóvenes en ese lugar, al igual que un club, que puede ser un ámbito inclusivo.

Ahora bien, puso de resalto que estas “tres C” son un complemento de la familia, de la casa, desde donde parte y adonde debe regresar la persona. Más allá de lo que viva en su casa, donde hay familias desmembradas o con conflictos, las instituciones deben estar fuertes para permitirle crecer sanamente.