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Incertidumbres



Más allá de aquellos cambios en el Gabinete nacional que ya fueron confirmados, puede afirmarse que la crisis política generada dentro de la administración del Frente de Todos tras los resultados de las PASO del domingo 12 de septiembre representa un episodio negativo para la Argentina, un país que requiere soluciones serias y urgentes, al igual que hombres y mujeres de la política que estén dispuestos a dejar de lado cuestiones partidarias o personales para poner en primer lugar aquellos gestos y medidas que el país necesita para salir de la recesión actual y tener mejores expectativas.

Las diferencias que existen entre el Presidente y la Vicepresidenta de la Nación, que eran mencionadas por varios medios nacionales y subestimadas por los protagonistas del conflicto (aunque Cristina Kirchner se había referido previamente a “funcionarios que no funcionan” y a otras cuestiones), se hicieron más visibles luego de los resultados de las PASO de este año.

El domingo pasado, Juntos por el Cambio obtuvo la victoria en 16 de las 24 provincias del país, mientras que el Frente de Todos sólo se impuso en seis. De las ocho provincias que eligen senadores nacionales, seis fueron para la oposición y sólo dos para el oficialismo.

Estos resultados generaron una crisis dentro de la gestión nacional, con versiones sobre posibles cambios en el Gabinete, que en principio fueron descartados por el Presidente. Pero el miércoles último, varios funcionarios y funcionarias que responden políticamente a Cristina Kirchner decidieron poner a disposición de Alberto Fernández sus respectivas renuncias, con el fin de ejercer presión sobre el mandatario y forzar modificaciones en las carteras ministeriales.

Tras más de 48 horas de incertidumbre y una carta de la Vicepresidenta que tensó al máximo el vínculo con el Presidente y exigió cambios urgentes en el Gabinete, el viernes último, por la noche, se conocieron los nombres de quienes ocuparán siete de las carteras ministeriales, con lo cual los actuales titulares de varios Ministerios importantes, como Economía, Interior y Salud, seguirían en sus cargos.

Este triste episodio político, que se prolongó más de lo esperado por algunos analistas y que amenazó con convertirse en una crisis institucional, debería originar una profunda reflexión en el oficialismo, que tiene que presentar no solo nuevos nombres, sino también planes concretos para atender los problemas económicos, sociales y sanitarios. Al mismo tiempo, la Argentina necesita una oposición responsable, que apunte a difundir y explicar propuestas concretas para resolver los flagelos del país, y que no se limite a efectuar comentarios de todo tipo a través de los medios.

En síntesis, la crisis política que se generó luego de las PASO es una nueva muestra de la incapacidad de una parte de la dirigencia política para abordar y resolver los conflictos que existen en la Argentina. En el marco actual, lleno de incertidumbres tanto para el sector privado como para la ciudadanía en general, se necesita que las cuestiones ideológicas y las diferencias personales sean ignoradas, para atender las urgencias existentes, evitar que la recesión sea mayor y construir un horizonte con perspectivas de crecimiento para el país y para todos los argentinos y argentinas.



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