Las flexibilizaciones trajeron alivio a los sectores incluidos, como los bares, que podrán atender hasta la medianoche, pero también a los gimnasios, que en más de un año y medio sólo pudieron trabajar dos semanas.
“Luego de dos años, primó el sentido común, aunque sin diálogo como siempre. No nos avisaron nada, de un momento a otro nos dijeron que podíamos abrir hasta las 00 y tenemos que organizarnos a contrarreloj. Siempre me entero por La Mañana. Pero estamos muy contentos, porque comenzaremos a levantarnos”, dijo a este Diario Juan Demarchi, propietario del bar Tatané.
Por su parte, Gustavo Guardia, propietario de Aries Fitness Formosa, ubicado en el barrio San Francisco, declaró: “Estamos felices. Es una noticia que esperábamos hace muchos meses. Creo que somos uno de los rubros que más paciencia tuvo que tener; no fue fácil porque en nuestro caso es una fuente de ingresos principal, pero bueno, ahora abrimos nuestras puertas al público dispuestos a dar lo mejor de nosotros, y respetando el protocolo siempre”.
“Soy un convencido de que la actividad física es salud, así que esta habilitación no sólo nos beneficia a nosotros, sino que es positiva para toda la población”, agregó.
Encuentros religiosos
Consultado por La Mañana, el pastor del Centro Evangelístico Familiar, Rubén Martearena, dijo que la autorización a realizar eventos religiosos era algo que estaban esperando y que, de hecho, habían solicitado por nota el viernes. El regreso de la presencialidad en las escuelas les daba esperanzas de poder recibir a la congregación.
Respecto a los protocolos, dijo que harán varias reuniones para no dejar afuera a nadie, dado que sólo se puede utilizar el 50% de la capacidad del templo. Los fieles deberán inscribirse con anticipación para una mejor organización. Esto será los domingos, pero también los miércoles.
“La mayoría de los pastores estamos con alegría de saber que vuelven las reuniones, salvo en algunas localidades. Además, la gente comenzó a preguntarnos ni bien lo anunciaron”, concluyó.